Es la historia de un cordobés que inició un viaje como mochilero hasta que se asentó en una comunidad colombiana.

Su pasión por Talleres fue contagiosa... imperdible historia que compartió con Mundo D.

"Me llamo Ariel Maiquez, tengo 51 años, todos me conocen como "el Pela" y hace unos meses decidí viajar de mochilero, y después de recorrer varios países recalé de manera circunstancial en una localidad de Colombia llamada Sabana de Torres. Allí me detuve a hacer un voluntariado en un humilde asentamiento de 650 familias llamado Posada de Torres.

Mi misión por tres semanas era brindarles ayuda escolar a los niños del barrio a cambio de un lugar donde descansar y la alimentación diaria. Ni bien llegué comenzaron a acercarse los niños de 5 a 13 años con sus utensillos escolares para que les ayudara con las tareas y las dificultades que tuviesen en distintas materias.

Y la utilidad de mi tarea se vió potenciada por una particularidad. El profe es “Argentino”!! Y ser Argentino es ser de la tierra de Messi. Y le gusta el futbol profe? Usted es del Barsa o del Real Madrid? (donde juega su ídolo James Rodriguez) eran sus preguntas frecuentes. Y mi respuesta era siempre la misma. Soy de Talleres.

Ellos me observaban como al darle clase yo lucía casi siempre una remera de mi equipo favorito (lleve dos de Talleres y una de la filial de Villa Giardino) Y ellos comenzaron a indagar acerca del Club del profe.

Y fue inevitable hablarle de la pasión, de lo que es la hinchada y de mi amor por Talleres. Y el “efecto contagio” se fue viralizando. Al poquito tiempo los observaba como jugaban al futbol descalzos en las calle de tierra, con su “balón” pinchado pero diciendo en voz alta “ ataca Talleres…”

Y allí el profe se mimetizo con el hincha, les prestaba mis remeras que le quedaban gigantes y les enseñé a saludar con la T con las dos manos. Después se me acercaban y veían los partidos desde el celu conmigo y mis gritos pasionarios de gol eran acompañados por los suyos!!!! Hoy, a tres meses de mi llegada soy su vecino el profe, el que aún sigue de voluntario dándole ayuda escolar en la Fundación.

El que ve los partidos del matador con los nuevos hinchas de Colombia. El que los saluda en la calle con la “T” de manos. Y el que junto a ellos hizo una bandera para armar aquí la filial del Matador.

Pero a veces las cosas no son tan sencillas. Me comuniqué con el Dpto de Filiales de Talleres y allí nos invitan a asociarnos para ser Filial. Y aquí donde faltan zapatillas, una pelota, y a veces necesidades primarias más importantes, pagar cuota de socio de quienes quizás jamás vean a “su” equipo es imposible.

Ojalá pueda conseguir al menos un balón antes de partir, para estos nuevos fanáticos del Matador. Pero que hoy tenemos nuevos hinchas, y que se puso de moda un saludo nuevo, eso quedará perpetuado en este humilde barrio."