Hace un año, Boca se quedó sin Gago y Cubas y llamó a Guiñazú (38 años), que decidió respetar a Talleres y terminó siendo su ídolo. Ah, el domingo juegan ambos equipos.

¿Se imaginan a Talleres sin Pablo Guiñazú? La respuesta es sencilla. Si "el Cholo" le hubiera dicho sí a Boca hace un año, el domingo que viene, habría sido rival de "la T". Ni más, ni menos. Sin embargo, en abril pasado, cuando la entidad de la Ribera, lo tentó para llevarselo de una porque no podía disponer de Fernando Gago y Andrés Cubas (lesionados en forma severa), Guiñazú eligió respetar la palabra que le dio a Talleres.

A los 37 años (ahora tiene 38), rechazó la propuesta que cualquier jugador profesional espera en su carrera como es la de jugar en un club grande porque entendía que podía ser más con Talleres. Encima, en ese momento, había logrado jugar sus primeros partidos en el equipo de Kudelka que comenzaba a erigirse en puntero de la B Nacional, tras superar una doble quebradura de maxilar izquierdo y un proceso que lollevó a alimentarse con líquido, recuperar los seis kilos perdidos y el volver a sentirse jugador.

"Te voy a ser sincero. Se comunicaron con alguien cercano a mí. Me lo comunicaron en el acto. Estábamos concentrados para el partido con Atlético Paraná y fue al mediodía. Se cortó por lo sano, sin saber si iba a avanzar o no. Yo le di la palabra a Talleres y cumpliré. Hice todo lo posible por estar en este proyecto todo lo que tengo de contrato. Estoy feliz y contento. Es una palabra que no la voy a quebrar nunca. Dejo en claro que vine acá a aportar mi granito de arena. Ojalá todo siga así como hasta ahora, ya que hay pura alegría”, explicó el volante, a Mundo D, en su momento.

"Siempre me he manejado así. Es la enseñanza que me dejaron mis padres. Es el camino correcto. Le agradezco a Talleres que se haya interesado en mí. Lo dije antes de que las cosas estuvieran como ahora. Que Talleres se haya interesado en traerme para este proyecto es espectacular. Fue la mejor decisión que tomé en mi carrera. La felicidad que estoy compartiendo con mis compañeros no tiene precio. A veces, la vida va más allá de primera, segunda, tercera", contó "el Cholo".

Al final, tuvo razón: le cumplió el deseo a su padre (ya fallecido) de jugar en Talleres, dio una increíble respuesta futbolística (el año pasado y éste, ni hablar), marcó el gol del ascenso ante All Boys (fue el 2-1 que devolvió a la T a la máxima categoría tras 12 años) y terminó convertido en ídolo de Talleres.