El entrenador de Talleres dice que confía en su plantel y que los refuerzos no lo ponen ansioso.

Es uno de los momentos de más actividad para Frank Kudelka. Y no es porque durante la primera parte de la pretemporada de Talleres se lo haya visto cruzar la hermosa y sinuosa geografía del predio de Salsipuedes a gran ritmo en distancias que superan los 10 o 12 kilómetros. Su rutina arrancaba a las 6 de la mañana para darle los últimos toques al trabajo del día; luego, los supervisaba junto con sus colaboradores directos (el PF Mauro Cerutti y el entrenador alterno Raúl Armando) y finalmente se metía de lleno en las ensayos. La expectativa final era el contacto con el presidente Andrés Fassi (los últimos días ya fueron en vivo y en directo) a la espera de las novedades por los refuerzos.

“No me vuelvo loco por ellos. Creo mucho en mis jugadores y en revitalizar la competencia interna”, le dijo a Mundo D en el inicio de su charla, algo que ratificó con los equipos que salieron a jugar los ensayos contra Libertad, en los que repartió a la mayoría de los titulares en los dos equipos que formó.

–¿Va a aflojar el ritmo?
–¿Yo? Ja. Todo el mundo sabe que me gusta entrenar. Pero lo hago mientras puedo y cuando termino de supervisar todo. Son entre 10 y 12 kilómetros por día. Lo que pasa es que acá hay mucha montaña y da para correr.

–¿Cómo va la pretemporada?
–Con la intensidad que pretendemos y necesitamos. Indudablemente, llevando a los jugadores al límite de sus posibilidades, que es lo que exige toda pretemporada. Más en esta semana en la que la intensidad y el volumen serán superiores a las que vienen.

–¿Y los ve con ganas de llegar a ese límite?
–Mejorar lo actuado es nuestra obligación. Estar enchufados, intensos. Es la premisa.

–¿Cómo vive la espera por los refuerzos?
–Estoy tranquilo. Sabemos que estamos en una búsqueda en la que muchas veces se producen imposibilidades. Hay negociaciones que se entorpecen. Siempre lo hemos vivido con la templanza necesaria. Pero también sabemos que tenemos jugadores a los que les damos preponderancia. No estamos enloquecidos por los refuerzos. Indudablemente que los necesitamos, pero también creo mucho en los jugadores que tenemos. Soy entendedor de las situaciones. El presidente Andrés Fassi sabe de las necesidades que tenemos y hacia dónde apuntamos, pero eso no siempre va de la mano con lo que se puede lograr. Por eso no puedo ponerme a pensar todos los días si llegan o no. Le doy mucho valor a lo que tengo. Si llegan para enriquecer el plantel, bienvenidos sean.

–¿Le molesta esta situación del mercado?
–Es a nivel mundial. Hacer una transacción de un jugador equivale a mucho dinero, muchas idas y vueltas. Es muy compleja. Los jugadores no son manejados por los clubes. Lo sabemos todos. Aparecen dobles dificultades que hay que sortear.

–Ya se arregló bien en otras oportunidades al no tener a los jugadores que se pretendían...
–Exactamente. Tratamos de darle la mesura del caso. Para aceptar la realidad. No vamos a traer por traer. No es lo conveniente. Llegarán jugadores que realmente le den un salto de jerarquía al equipo, que ya la tiene.

–¿La lesión de Jonathan Menéndez acentúa la búsqueda de un delantero externo?
–Siempre hemos dicho que necesitamos incorporar un delantero interno y otro externo; o, por lo menos, mixto. La lesión de Menéndez no cambia nada. Es lo mismo. En cuanto a su lesión, el cuerpo médico será el que tenga la mayor precisión al respecto. Pero lamentablemente ha sufrido una nueva incidencia en su lesión, lo que amerita un buen tiempo de recuperación para evitar una reincidencia.

–Wilfredo Olivera, Ivo Chaves, Eial Strahman y Rodrigo Burgos se quieren quedar a pelear para estar en el equipo. ¿Eso es un logro suyo?
–No, mis logros van de la mano con todos. Nadie está por arriba de nadie. Transitamos con los pies sobre la tierra ante las virtudes y los defectos. Quizá lo que hoy da la institución amerita que nadie se quiera ir. Eso pasa por Talleres, no por Kudelka.

–Arturia, Bersano y Bustos están entrenando con el plantel profesional. ¿Cómo los vio?
–Los veo bien. Son jugadores en los que tenemos cifradas esperanzas a futuro. Pero si son para la inmediatez, no nos va a temblar el pulso, como ya ha pasado. Es una premisa del club ir incorporando cada vez más a los jugadores de sus divisiones. Tratamos de hacerlo. Aunque soy una persona que cree firmemente en los tiempos y no en los apresuramientos. Hay veces en que las decisiones que uno toma no van de la mano con los criterios de quienes los representan. Tengo que ser condescendiente con la institución que me da trabajo. Debo tener el tacto necesario y equivocarme lo menos posible, como para que en el momento oportuno sean tenidos en cuenta.

–¿Qué balance hizo de esos 14 partidos que jugó el equipo?
–Lo único que pretendo es que mejoremos lo hecho en el semestre pasado. No hay mucho más para decir. Está claro.