Un año más. Gonzalo Klusener seguirá en Talleres un año más. Y así cumplirá su anhelo de quedarse a vestir la azul y blanca en primera. Pero también era un deseo de los hinchas.

Es la tarde del sábado, frío, que se ya siente pleno. Aún entre las partes se negocia la continuidad del ídolo en Talleres.

Gonzalo Klusener se excusa de hablar con Día a Día, pero no por los alcances de la renovación de su vínculo (por un año) en Talleres, sino porque está ocupado, muy lejos de discutir su contrato (lo llevaba adelante Leo De Cristófano, su representante) que finalmente se cerrará en esa tarde de sábado.

Klusener está sólo consustanciado con Lucas, un adolescente que se debate entre la vida y la muerte en la terapia intensiva del Hospital Privado.

Por eso, Klusener, que incluso pide que no se dé a conocer en demasía este tema, está realmente preocupado.

Mientras su representante está negociando su nuevo contrato con el club, él, junto a su novia Sabrina, están inmersos en la terapia intensiva del hospital, acompañando a Lucas fana de la T y del Klusegol.

“Sí, está delicado, vine a verlo, le traje una camiseta para animarlo, pero no puedo hablar mucho, disculpá”, dice a este medio.

Lucas es un chico que atraviesa una delicada situación de salud, hace tres meses que está internado (nació con hemiplejia) y está luchando por su vida. Y Klusener, sábado a la tarde, con día libre hasta el domingo, está ahí acompañándolo, en silencio, como un familiar más.

Una muestra más de que el fútbol a veces está en un segundo plano; que los flashes de las cámaras y las luces, quedan postergadas para otra ocasión. O que, en definitiva, no son tan elementales para su “subsistencia” mediática. Klusener va por otros caminos y por eso se construye en una faceta personal que pocos conocen y que los que lo saben siempre lo reconocen.

“Es verdad, está complicado el pibe, los padres cortando clavos, difícil”, dice ya en la tarde del domingo el Klusegol que, antes del viaje a Santa Fe sí ratifica el acuerdo con Talleres.“Es un contrato de un año, estoy muy contento, algo deseado. Es un sueño jugar en Talleres, en Primera, después de tanto andado, de este regreso este año y con el ascenso logrado. Una felicidad inmensa, un sueño cumplido”, dice el goleador.

–Arrancás pleno en la pretemporada, no será fácil.
–En la pretemporada pasada me tocó arrancar de atrás porque llegué tarde y ahora es diferente. Voy a estar bien, a disposición del técnico y él tendrá que decidir quién tiene que jugar.

Klusener está listo para comenzar una nueva era, algo que deseaba de corazón: “también era un objetivo y tengo esta posibilidad. Todos queremos conseguir más cosas ahora con Talleres en primera y ojalá que podamos concretarlo”.

Klusener, uno de los últimos grandes ídolos e íconos albiazules ya está con la cabeza en esta nueva etapa, pensando en mucho más.