“En el arco rival está el futuro”. Como frase, está bárbara. Es atractiva, interesante y fácil de pronunciar. Es más, muchos técnicos han cambiado algunas palabras para significar lo mismo o algo parecido. Sin embargo, llevarla a la práctica requiere de un plan, una opción y su alternativa y, obviamente, de los jugadores correspondientes. ¿Algo más? Sí. Directivos dedicados todo el día a aprender de fútbol y capaces de generar una estructura que permita saber la potencialidad de los jugadores (el momento actual, si gravitan solos o acompañados, cómo les fue en clubes grandes o con exigencias).

En síntesis, quiénes y cómo arman los planteles. Después de mucho tiempo, Talleres parece haber resuelto ese enigma futbolero. Y se achicó el margen de error. Frank Kudelka y Andrés Fassi, entrenador y presidente, respectivamente, fueron los responsables.

Uno aportó su capacidad de trabajo y experiencia como entrenador y profesor y el otro, la suya más la estructura (creó un sistema de visorías). Llegaron a los mismos jugadores en varias oportunidades y en otras difirieron; acertaron y cuando se equivocaron aprendieron. Pero siempre hubo plan B y C, aunque esa opción fue mejor resuelta en este torneo. El año pasado Fassi se quejó de que llegaron” seis o siete jugadores con seis o siete kilos de más” y el recambio del plantel no fue el esperado cuando el equipo perdió a cuatro jugadores clave por lesión en medio del torneo.

Este año, las lesiones severas aparecieron al inicio e impidieron el debut de varios top, pero no hubo jugadores con lastre. Las alternativas que salieron a escena fueron Victorio Ramis, Emanuel Reynoso y Nazareno Solis, más Eial Strahman.

El ex Villa Dálmine fue clave. Kudelka y Fassi lo siguieron, pero según el DT, el puesto iba a ser para Pajoy, que no se recuperó de una lesión. Siempre decidieron dos personas. O una. Y nadie más. Puede ser polémico, pero durante años, el plantel fue resuelto por presidentes, DT, empresarios afines, gerentes, inversores, comités, mánagers. Alternados o todos juntos. En el acierto y en el triunfo, Kudelka y Fassi fueron y son responsables. Nadie más. Así ascendió y así la “T” va líder ahora.