Misión cumplida. Nazareno Solis, el goleador de la “T”, reconoció que fue un partido complicado. Strahman y aquella moraleja de Entre Ríos.

Lo típico para un chico de 21 años. Nazareno Solis fue de los primeros en terminar de bañarse. Solo, detrás del entrenador Frank Darío Kudelka, el jugador enfiló hacia la salida del estadio de Ferro. Su labor estaba terminada. Un gol y una asistencia: incidencia directa en la definición de un partido que significó la prueba máxima a la que Talleres se ha tenido que enfrentar en lo que va del campeonato. Era lo que había ido a buscar junto con sus compañeros, y por eso no ocultaba su alegría.

“Fue una victoria importante: venir acá y llevarse todo era algo que nosotros valorábamos mucho. Y lo hicimos”, contó a la salida de las duchas, aún con su pelo corto mojado, pero ya con sus aros (en ambas orejas) de nuevo en su lugar.

Con simpleza, el pibe que usa botines Nike naranjas de pipa violeta, describió que los dos goles fueron fruto del trabajo que el plantel lleva adelante a diario. “Me venía cerrando a lo largo de todo el partido, tratando de ganarle la espalda a los volantes centrales de ellos, y ahí me quedó la pelota de ‘Ivo’”, describió sobre la primera jugada, cuyo remate reconoce que no recuerda como resolvió.

“¡No sé ni con qué le pegué, la verdad!”, exclamó al referirse a esa definición de sobrepique.

Ya en un tono más analítico, el pibe de Campana, goleador del Albiazul con cuatro goles (suma uno más por Copa Argentina) en seis partidos en este torneo de la Primera B Nacional, explicó que durante el primer tiempo no hubo demasiadas posibilidades para desplegar el fútbol que pretende Frank Kudelka. “Por la intensidad del partido, no había mucho juego en el mediocampo”, comentó el ex-Dálmine y que, quizá por eso, les costó (a todo el bloque ofensivo) entrar de nuevo en ritmo.

Eial y la lección aprendida

Esa evolución a la que hace referencia Solis, no sólo se da en la relación uno a uno que tiene con cada compañero, sino también, en el todo de un equipo. A su turno, Eial Strahman hizo referencia a ello.

Al momento de rescatar como un valor positivo el hecho de, aún con la ventaja, no haberse quedado atrás, el goleador sentenció: “Eso (el no replegarse) lo entendimos en Gualeguaychú, donde no nos fue bien, a pesar de que el gol de ellos fue de penal (1-1 con Juventud Unida). Sabemos que la mejor forma de defendernos es con la pelota. Por momentos se hizo bien, y eso sirvió para quedarnos con este partido”.

Sobre el duelo particular con los centrales rivales, Renzo Vera y Pablo Frontini, el punta analizó: “Son dos jugadores muy experimentados; me costó mucho presionar, pero sabía que a base de sacrificio tenía que sacar ventaja. Fue difícil”.

Para el final, y sobre el juego del martes de la semana próxima ante Gloria, sentenció: “Son todos fundamentales. Para nosotros, es uno más. Sabemos que para la gente es importante, pero son tres puntos”.