Rodrigo Burgos, corazón de Talleres en el mediocampo, manifestó que el enemigo será no dejarse llevar por la ansiedad de la gente. Sabe dominar la euforia: “No hay que saltearse ningún escalón”, declaró.

Sapiencia en cada respuesta, aunque quizá por dentro lo carcomen los deseos de subirse al festejo desmedido que se vive en las tribunas. El volante Rodrigo Burgos se encarga de poner paños fríos ante tanta euforia reinante, y que puede llegar a tener punto de eclosión el domingo, si es que Talleres materializa el ascenso a la B Nacional. Luego de la epopeya en Cipolletti, el paraguayo sigue reflexionando ante el llamado de PODIO y con mucha madurez, mantuvo el discurso que empezó a profesar desde su arribo a barrio Jardín. “Yo llegué a este club con la meta de poder salir campeón y no me modifica en nada el hecho de poder hacer este domingo o el que viene. Vamos a hacer nuestra parte. Hay mucha ansiedad en el ambiente pero te soy sincero, no miró más allá de Aconquija. Con esa postura nos ha ido bien y debemos mantenerla”.

- ¿Sos consciente de que el objetivo se puede adelantar?
-Sí, pero lo miramos con otra perspectiva, porque no dependemos de nosotros ahora y por eso estoy siendo cauto. La última fecha es en Formosa en dos fines de semana y vamos mentalizados de no saltear ningún escalón. Pero la euforia de la hinchada ya se siente.

- ¿Ya te saludan por las calles y te dan aliento?
- La verdad sí, yo soy de perfil bajo y no me gusta mucho salir a la calle, pero cada vez que lo hago, lo único que recibo de la gente es cariño. Eso me pone muy contento. Trato de pasar desapercibido, porque en la cancha juego con el pelo atado y en la vida cotidiana me lo suelto más. Pero lo mismo me reconocen y me saludan no me molesta.

-A este Talleres se le exige ganar y encima brillar, quizás es la materia pendiente de este equipo...
- No lo veo tanto así, hemos tenido partidos importantes, sin embargo somos conscientes de que no siempre desplegamos el mejor juego. De todas formas, todo aquel que conozca un poco esta divisional entiende de que no es fácil ser regular en cuanto al rendimiento. Los rivales, las canchas, los ambientes no son propicios al desarrollo del mejor juego. Y a decir verdad, el objetivo se va a lograr ganando y en eso venimos siendo efectivos. Desde principio de año estamos primeros y ojalá nada cambie hasta el final.

- ¿Cómo se preparan en pos de manejar la ansiedad de la gente? El domingo el Mario Kempes va a estar repleto...
- Con tranquilidad. Ya sabemos a lo que nos exponemos cuando nos pasamos de vuelta y nos contagiamos de la ansiedad de la gente. Queremos ir ganando 3 a 0 a los 10 minutos y a los paridos hay que trabajarlos, independientemente del rival. No nos dejamos encandilar. Dicen que está el ascenso al alcance de la mano, pero nosotros tenemos que ir con otra mentalidad. Todo sea para que la cabeza no nos juegue una mala pasada.

- De local les ha costado, pero se han repuesto...
- Es difícil manejar la presión. En los últimos partidos jugamos con el resultado puesto de Defensores de Villa Ramallo. Eso es una presión extra. Nosotros vamos a jugar por nosotros, sin pensar en Ramallo. Sin confiarnos en nada. En lo deportivo aprendimos a equilibrarnos cuando el partido lo requiere, ya no quedamos tan expuestos. Eso es aprendizaje. Esperemos que al final del torneo estemos contando la parte feliz de la historia.

“Tengo hecha mi promesa personal si Talleres logra el ascenso. No la puedo dar a conocer para que no se caiga y se pueda cumplir. Ya se van a enterar de qué se trata”. Rodrigo Burgos