Candidato, pero sufre. Sólo cuando jugó al ritmo de Francia, la “T” marcó diferencias en el juego.

Ayer, Juventud Unida Universitario lo desnudó fácilmente con el 1-0 de Goicochea. El anticipo del lateral a Olivera y el error de Ischuk obligaron a Talleres a cambiar. A reinventarse. Y de todas las variantes que potencialmente tiene el equipo de Frank Kudelka, fue la calidad de Juan Pablo Francia la que encendió la luz. Primero fue en los envíos aéreos para Wilfredo Olivera; luego, algunos encuentros con Santiago Raymonda, Aldo Araujo y Ezequiel Barrionuevo.

Pero el aporte más efectivo fue cómo le sirvió el gol a Eial Strahman. Las pelotas le llegaban como nunca al ex Sportivo Belgrano porque Rodrigo Burgos volvió a jugarse un partidazo (amonestado, recuperó más de 10 pelotas) y otro poco porque Juventud se jugó a liquidar el juego de contragolpe.

Que de hecho pudo hacerlo si el propio Ischuk no le tapaba un tiro de gol a Tarragona y si Rodrigo López no tenía dos cruces providenciales para socorrer al arquero de la “T”.

Talleres debió jugar al ritmo de Francia. Tuvo esa seguridad en traslados, cambios de frente y tiro al arco, porque también mandó un disparo que se fue haciéndole vientito al travesaño. Sin embargo, no pudo pasar del 1-1 final. La falta de puntería de Kudelka es indudable y preocupante a esta altura, pero también lo es que, en el momento más favorable del equipo, los socios del “10” no hayan estado a la altura de la circunstancia.

¿Barrionuevo puede hacerlo de espaldas al arco y contra la raya? ¿Araujo puede enganchar hacia el medio hasta chocar invariablemente? ¿Y Raymonda? Está más que claro que cuando se dedicó a jugar, fue más que cuando marcó. Y más; si Strahman es la referencia de área y hay dos lanzadores, ¿puede ser que haya sido puesto de cara al gol sólo una vez?

Talleres tiene virtudes de sobra para sentar supremacía. Nadie le exige que deba llegar 15 veces por partido y con seis jugadores al área contraria. Además, son pocas las veces que ha podido hacerlo.

La “T” tiene un gol por partido en cualquier circunstancia y esa es una certeza que debe aprovechar. Tiene seguridad en la zaga, a Francia en ascenso, a Burgos en un nivel superlativo y a Strahman cumpliendo su tarea goleadora. Pero ese repunte individual no necesariamente debe implicar que pierda movimientos productivos, como el pase en profundidad a Chaves o a Araujo.

Talleres sigue siendo candidato, pero debe resolver sus desequilibrios. A esta altura, los sigue teniendo más de la cuenta.