Previsible. La “T” venía decayendo en su juego y ayer perdió su primer partido y el invicto. No es para dramatizar, pero debe mejorar. La clasificación tendrá que esperar.

No fue para dramatizar, pero tampoco para restarle relevancia como llamado de atención. La primera derrota de Talleres en el Federal A, tras 12 presentaciones en el torneo, debe ser asumida como una consecuencia lógica de una cuestión insoslayable: el equipo no venía jugando bien como local, pero siempre mostraba algún atributo que le permitía revertir la suerte de partidos que venían cruzados.

Algunas veces fueron reacciones a tiempo frente a la adversidad, algo de lo que careció ayer con el gol desde el vestuario que le asestó Jofré y del que demoró mucho en emerger. Otras, la irrupción de individualidades que el plantel de Kudelka dispone en cantidad, pero que tampoco aparecieron en su real dimensión en la fría tardenoche del Kempes.

Ayer, las imprecisiones volvieron a ganar al equipo en el primer tiempo, tal como sucedió días antes frente a los sanjuaninos. Careció, en ese primer parcial, de lucidez futbolística, ideas, creatividad y sorpresa para encontrar los caminos adecuados para romper el cerrojo defensivo que le opusieron, con inteligencia, los mendocinos.

Sin esos atributos se quedó a mitad del recorrido y la derrota en el Kempes, que venía cocinándose a fuego lento, llegó. Después hizo largamente los deberes para empatar. Triplicó al rival en situaciones de gol y mereció largamente empatar, pero algo le sucede, que de local no puede repetir su inmaculada campaña como visitante.

Los motivos los conocen Kudelka y sus jugadores, pero sin caer en excesos de dramatismo, ganar como local será decisivo para el reducido por el ascenso, al que no pudo entrar ayer con antelación, pese al triunfo de 9 de Julio ( M).

Fue una caída de la que Talleres, un equipo para nada invencible y con errores como cualquier otro, deberá aprender. Y es mejor que haya sucedido ahora, con un buen colchón de puntos de diferencia y con tiempo para trabajar y corregir.

Uno x uno


Ischuk. Sin responsabilidad en el gol mendocino. Salvó el segundo de Maipú en un mano a mano.

Chaves. Repitió la buena performance que tuvo contra Unión (VK). Se mostró como salida.

López. Cumplió. Bien en los cierres y en cubrir a espaldas del paraguayo Goiri.

Goiri. De una pifia suya llegó el gol. Impreciso, no mostró la seguridad de otros partidos.

Benítez. El capitán albiazul no tuvo un buen partido. Le ganaron varias veces las espaldas y jugó al límite de la amonestación.

Burgos. Tuvo que salir demasiado lejos a cortar.

Piergiácomi. La pidió y se mostró, pero se quedó ahí.

Francia. No estuvo fino en las asistencias ni en las pelotas paradas. Gómez le sacó un gol hecho.

Barrionuevo. El único claro a la hora de intentar jugar.

Strahman. Quiso inventar un par de penales que el árbitro no compró, pero las peleó a todas.

Ortega. El balón le llegó poco.

Ramis. Desvió un frentazo que pudo ser el empate (ST, 24m).

Godoy. Díaz le cometió un penal que el árbitro no sancionó.

Velázquez. No incidió.