AMOR POR TALLERES. La historia de Martín Arnaudo, el hincha no vidente, cuya foto en San Juan emocionó a todos.

Es apenas una foto pero lo es todo. Martín está de pie en una tribuna de fútbol en San Juan, en un partido del Torneo Federal A. Detrás, una bandera azul dice: “Sos la razón de mi locura”, con el escudo de Talleres. Martín Arnaudo cruza con su mano derecha una radio negra gigante para seguir el partido en su oído izquierdo. Y, con la otra mano, sostiene el bastón blanco que lo guía para sobrellevar la retinopatía del prematuro, que lo acompaña desde sus seis meses de vida. Pero que no le impidieron estar con Talleres en San Juan, en la victoria 2-1 ante Unión de Villa Krause.

Esa foto, la de Martín (dada a conocer por la cuenta de Twitter @ElTuiterMatador), fue demoledora para quien la observara. Más allá de cualquier color de camiseta. Esa foto era fútbol en su estado más puro. Y unas horas después de la “locura” que despertó esa imagen, Martín Chuni Arnaudo seguía con su vida, como cada tarde.

Haciendo radio en el departamento que armó en el techo de la casa de sus padres, con su emisora Cadena Alegría (FM 99.7). Y sonriéndole a la vida. Con esa simpleza que hace que la gente que lo conozca sienta un imán especial por un pibe querible. Que ama a Talleres tanto como a la radio. Esta es la historia de una foto. Y de Martín Chuni Arnaudo.

De Neuquén a Barrio Jardín. Martín, de 28 años, nació en Neuquén porque su familia buscó allí su horizonte laboral. Y ya en el sur del país empezó a masticar el amor por la T, gracias a las historias que le contaba su abuelo Ramón. Fue él quien le regaló su primer pelota y le habló del Talleres de los ‘70, de Valencia, de Willington.

Todas esas anécdotas se volvieron realidad en la cabeza del Chuni, que se fanatizó de tal manera que ya su vida no sería vida sin Talleres. En 2006 su familia (mamá María Delia; Alfredo, su viejo e ingeniero y su hermano menor, Leonardo). retornaría a Córdoba. Y esa pasión desbordante podría ser vivida más de cerca, en la cancha, como ese amor lo pedía. “Mi familia es originariamente de barrio Pilar, muy cerca de barrio Jardín. Y desde chico todos me hablaban de Talleres. Especialmente mi abuelo. En el ‘99 empecé a tomar conciencia del fútbol y justo coincide con la Copa Conmebol que gana Talleres. Ahí me enganché definitivamente con los colores”, cuenta quien ya en Neuquén hizo sus primeras armas en radio, en una emisora de un amigo de su padre.

Esa, el micrófono y la locución, es su otra “ciega razón de vivir”. En Córdoba, laburó en Radio Suquía y en Radio Impacto (actualmente les graba spot publicitarios), pero ahora pudo encaminar el sueño de su propia radio, que funciona desde hace cinco años en un departamento que construyeron en el techo de su casa paterna: Cadena Alegría.

El Chuni se sienta frente a la compu y sus manos son las de un mago. Él conduce el programa y hace también de operador. Es un verdadero pulpo. Arnaudo no tiene pensión alguna y se sostiene por su propio trabajo radial. “Se maneja completamente solo”, añade su madre.

“Fue una locura lo de la foto. Imaginate que ya me estaban llamando amigos avisándome que había salido en la web cuando yo estaba saliendo de la cancha. Explotó en Twitter, la subió la cuenta oficial de Talleres y la verdad que fue una gran alegría. Uno no se espera estas cosas”, dice Chuni, mientras manda al aire un tema de Leo Mattioli.

“Como siempre digo, uno ve con el oído y en la cancha lo ves a Talleres con el corazón. Cuando estás en la tribuna y todos se levantan, vos por instinto te levantás y puteás a alguien, un rival o el árbitro (risas). Uno se hace el esquema en la cabeza gracias a la radio que es la gran compañera, te va contando todo el partido. Y como yo jugué fútbol para ciegos en el club Municipalidad, me ubico en la cancha. Entonces, me armo el partido en la cabeza y me guio”, señala este discapacitado visual que también ha laburado como animador de boliches y bandas de cuarteto. “Algunos me preguntan para qué voy a la cancha si no puedo ver a Talleres. Les contesto que yo no lo puedo ver, pero lo puedo sentir... Sentir la gente, los cánticos, los sonidos que vienen del campo de juego, contagian. Ir a la cancha siempre es especial. Por ejemplo, en San Juan, en el gol del 2-1 de Strahman me abracé con alguien que ni conozco para festejar el gol. Esa es la magia de ir a la cancha”.

“Talleres significa pasión, aguante, sufrimiento. Con las cosas que nos ha tocado vivir como club, y que la gente siga siempre firme, te da la pauta de que el sentimiento es invencible. El verdadero hincha siempre está. Talleres es para sufrir. Es una gran pasión y la descarga de todo también. Talleres es Talleres. No hay vuelta que darle. Me gustaría seguirlo en la Copa Libertadores. Que esté en un lugar que corresponda a su historia. A uno le da lo mismo que Talleres juegue con Boca o con Libertad de Sunchales, porque siempre sigue a Talleres. Pero sería hermoso estar donde su grandeza lo merece”, anhela Chuni.

De local va siempre a la platea del Mario Kempes. Y de visitante, “cuando se puede”. Y en San Juan se pudo. El resto, la historia que conmovió a todos los futboleros del país. La historia del Chuni Arnaudo.

"Algunos me preguntan para qué voy a la cancha si no puedo ver a Talleres. Les contesto que yo no lo puedo ver, pero lo puedo sentir. Lo veo con el corazón".

Talleres y la radio, sus pasiones

El Chuni Arnaudo se transforma cuando se enciende el micrófono. Y como si jugara Talleres, la adrenalina corre por su cuerpo cuando hace radio. Es su gran pasión, sin dudas. Y lo que lo mueve. Por eso armó en su casa su radio propia, con la que ha transmitido alguna vez a la T de visitante.

Su radio nació en 2010 y ya tiene cinco años de vida. La misma funciona en barrio Santa Isabel Primera Sección. Ya han presentado todos los papeles correspondientes en el Afsca (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audivisual) y el objetivo es seguir creciendo. Cadena Alegría (FM 99.7) se escucha en toda la ciudad de Córdoba, en las Sierras Chicas, en parte de Alta Gracia y en Río Primero. Y tiene repetidoras en San Juan, Salta y Río Negro.

El sueño crece. Su programa arranca a las 13.30 y va hasta las 18 de lunes a viernes. “Fiesta a la Siesta”, es su nombre. Y allí Chuni brilla entre los temas tropicales y los mensajes de los oyentes, junto a la co conducción de Jony Benegas, un locutor sanjuanino. “El sueño es que la gente me siga y me escuche”, dice.

El programa que Chuni maneja a la perfección se llama JAWS, que le permite realizar todos los movimientos con la PC. El software convierte el contenido de la pantalla en sonido, de manera que el usuario puede acceder o navegar por él sin necesidad de verlo.

“Día a día intento demostrar que con voluntad y ganas todo se puede lograr en la vida, por más piedras que te pongan en el camino”, dice Arnaudo, y claro que lo logra.