Buena aparición. El jugador, que llegó de Textil Mandiyú, sorprendió en la pretemporada de la “T”. Ante León fue de lo mejor del equipo que dirige Kudelka. Su llegada despertó una gran polémica, ya que el club correntino dice que se lo robaron.

El nombre de Aldo Araujo es el que más se escucha en el entorno del plantel de Talleres.

El joven de 23 años, que proviene de Textil Mandiyú (habitante de la Zona 3 del Federal A; el equipo cordobés está en la 2), es el tema por el cual el presidente de ese club correntino denunció como “ladrones” a quienes lo trajeron a Córdoba, además de tratar como analfabeto al jugador.

Sin embargo, el volante ofensivo llegó con todos los papeles en regla de jugador libre y, tras una prueba con otros 40 futbolistas, quedó y se transformó en uno de los 17 refuerzos del plantel de Frank Darío Kudelka, de cara al Torneo Federal A que arrancará el 22 de marzo.

Y así como llegó y entró por la puerta de atrás, el nombre de Araujo comenzó a ser cada vez más valorado por el cuerpo técnico, al punto que ante León fue titular y la figura en el mejor momento del equipo.

¿Quién es ese “10”? Preguntaron varios periodistas de León al ver que el habilidoso volante ofensivo dejaba una y otra vez a los rivales en el camino. El diario El Heraldo remarcó el desequilibrio que tiene Araujo en su análisis del encuentro.

“La velocidad del número ‘10’ de los argentinos fue un dolor de cabeza constante para el León”, dice en el comentario del partido del miércoles por la noche.

La sorpresa que está generando en cada uno de los que ve una práctica o un partido de este Talleres es interesante. Sin embargo, Daniel Albornos, que lo había dirigido en Corrientes, ya lo había adelantado. “Se van a sorprender con Araujo”, había dicho “la Chanchita” cuando llegó el volante.

Este joven fue uno de los que no sintió la altura en Tlaxcala, ni el calor del mediodía. “Araujo puede jugar en cualquier lado y en cualquier condición: descalzo, con calor, con altura… Le da lo mismo”, sintetizó el entrenador Kudelka.

El DT lo utilizó como volante ofensivo interno y como extremo.

Por lo que dentro del sistema 4-2-3-1 tiene lugar en cualquiera de las posiciones de mediocampistas adelantados y en el 4-3-3 (la alternativa de esquema de Kudelka) puede jugar por cualquiera de las bandas del ataque.

Durante el primer tiempo, cada uno de sus arranques desparramaba a los rivales. Los apiló en varios casos. Las jugadas pendulaban entre la irremediable falta de los rivales para frenarlo o bien en el avance del jugador hacia un cara a cara con Héctor Martínez o la asistencia que dejara a un compañero a un pase del gol.

Araujo fue el nombre del peligro para el León. “Cerca, cerca. Al ‘10’. No lo dejeeeeeeen”, no se cansaba de decir Juan Antonio Pizzi, el entrenador del equipo que portaba la camiseta “verde esmeralda”. En el 1-0 albiazul fue derribado en el área, luego de haberle tirado un caño al defensor y de eludir al arquero. Y después del gol de penal del delantero albiazul Eial Strahman, apiló a dos y fue atorado por el arquero local.

Silencioso

En su vida cotidiana dentro del plantel albiazul, Araujo es un joven callado.

Lejos está de ser de los más alborotados o de los que le “meten onda” a las concentraciones, que a veces se tornan aburridas.

Él habla en la cancha. Su físico quizá no sea el de un gran deportista, pero ante el campeón de México mostró que al menos es un jugador para tener en cuenta.

Y en Talleres, los que siguen de cerca el día a día ya lo están disfrutando. Ahora todos esperan que pueda demostrar lo que sabe en el Torneo Federal A, donde la “T” necesitará de todo su largo plantel para poder pelear por el ascenso a la Primera B Nacional.