Se hizo la luz. Después de 45 días de la asunción de Fassi, ayer se confirmaron los primeros refuerzos para Kudelka: Raymonda, Francia, Roselli, el paraguayo Burgos, Velázquez y Strahman.

No hay espera, por larga que parezca, que no se termine. Como en Talleres, club en el que el hermetismo con el que se trató hasta ayer el tema de la concreción de los refuerzos, hizo que, por la ansiedad de los hinchas, se sintiera como una eternidad.

Ayer, por fin, se hizo la luz, mediante un comunicado de prensa del club, en el que se informó que el nuevo DT del plantel profesional, Frank Darío Kudelka, ya tiene asegurados sus seis primeros refuerzos. De todo, como en botica, como dirían nuestros abuelos. Un lateral derecho (Nahuel Roselli), un volante central ( Rodrigo Burgos), dos enganches (Santiago Raymonda y Juan Pablo Francia) y dos delanteros (Javier Velázquez y Eial Strahman).

Los nombres de Raymonda, Francia, Roselli y Strahman habrán trascendido varios días en la agenda mediática y fueron adelantados, oportunamente, por Mundo D. Pero Andrés Fassi, el presidente albiazul, sorprendió con Burgos y Velázquez.

Burgos es un “5” paraguayo, de 25 años, surgido en Cerro Porteño y que viene de jugar en Guabirá de Bolivia, con paso por la Sub 20 de su país (disputó el Mundial y el Sudamericano 2009). En tanto, al ex Instituto desde mediados de 2012 hasta fines de 2014, se lo hacía con un pie en Defensa y Justicia, pero fichará en la “T”.

De Raymonda y Francia hay poco que agregar. “El Patito” (35) irrumpió en la escena nacional del fútbol en Instituto, tiene una profusa carrera en distintos clubes de Primera División y la B Nacional y acaba de salir de Boca Unidos.

Y “el Juampi”, de 30 años como Velázquez, fue el emblema futbolístico de Sportivo Belgrano en los últimos cinco años, hasta que hace un mes, por un conflicto con la directiva del club, decidió alejarse.

Nahuel Roselli (29) es marplatense, hizo la mayor parte de su carrera en Aldosivi y tiene un paso en primera en Newell’s, en 2009-2010. Viene de desvincularse de Temperley.

Finalmente, Eial Strahman (25), nacionalizado israelí, el “Palermo” cordobés, como se lo apoda, es un “9” potente, goleador y buen cabeceador, formado en la “T” que jugó en Instituto en 2010 y viene de Venados de Mérida (México). De ese país lo conoce Fassi, quien es amigo del padre del jugador.

Faltan ocho. Fassi y Kudelka quieren 14 jugadores: dos arqueros (faltan), un lateral derecho ( llegó Roselli), uno izquierdo (falta), tres centrales (faltan), dos volantes de contención (llegó Burgos, falta uno), tres ofensivos (están Francia y Raymonda) y dos delanteros (con Ramis, Godoy, Strahman y Velázquez el cupo estaría cubierto).

Albiazules


Los que están. Federico Costa, Rodrigo López, Víctor Beraldi, Ezequiel Barrionuevo, Marcos Godoy, Victorio Ramis, Ivo Cháves, Nelson Benítez, Pablo Ortega, Pablo Cuello, Emanuel Reynoso, Juan Francia, Raymonda, Nahuel Roselli, Velázquez, Strahman y Rodrigo Burgos son los jugadores que dispone Kudelka para arrancar la pretemporada el lunes.

Agustín Fazio. Fue bajado a la cuarta división.

Pinta bien, pero atrás falta todo


Por Javier Flores | jflores@lavozdelinterior.com.ar

Los nombres confirmados ayer como los seis primeros refuerzos de Talleres convocan a la ilusión. Son todos, salvo Burgos –un desconocido para los hinchas–, jugadores de buen trato del balón y de probada experiencia. Reúnen el perfil que pregonan Fassi y Kudelka y se los convocó después de una minuciosa evaluación futbolística y personal.

Más allá de las dudas que puedan despertar los 35 años de Raymonda y el entrenamiento invisible de Francia, tener dos enlaces de esa jerarquía es un lujo para cualquier cuerpo técnico. Y mucho más si se trata del Federal A, una categoría complicada, pero injustamente bastardeada del fútbol.

A Velázquez, Kudelka lo tuvo en Instituto y no debe demostrarle nada; y a Strahman, más allá de una última temporada floja en Mérida de México, Fassi lo conoce de sobra.

Del medio para arriba, pinta bien. Pero del medio para atrás, falta todo. Y como el fútbol es equilibrio, algo de lo que casi siempre careció Talleres en los últimos cinco años, será mejor esperar un poco más.