A Talleres le dieron vuelta un partido que lo tenía supuestamente controlado y terminó perdiendo 2 a 1 en Mendoza ante Gimnasia, por la final del Federal A. Se desconcentró en el complemento y lo terminó pagando caro. La revancha, el domingo.

La gente de Gimnasia festeja a rabiar, pura euforia y se anima a soñar con el ascenso porque Talleres se lo permitió. Si hasta los comentarios en la platea indicaban que el empate era bueno. El Albiazul perdió el primer “chico” de la final del Federal A, a falta de dos minutos para el cierre, porque retrocedió intempestivamente y sin orden, se dejó vulnerar por las bandas, y cuando el DT Guillermo Hoyos intentó un reagrupamiento, dejó crecer al local. Fue 2 a 1 y a pesar de que la llave no está cerrada y la “T” debe definir de local, quedó la sensación de haber dejado pasar una chance más que certera.

Repitió errores. Y eso que puso todo, mucha actitud y garra, como se deben jugar esta clase de definiciones. Hombría, pierna fuerte y oficio. Concentrado en sus líneas, los dos equipos se estudiaban y nada parecía romper ese molde. Lo mejor de Talleres fue la actitud y reacción después de que Julio Mozzo desaprovechó el penal (lo atajó Alasia), porque al minuto nomás, enmudeció al estadio, con una gran jugada colectiva. Cambio de frente de Víctor Beraldi, centro de Ivo Chaves, gana de cabeza Diego Martiñones, Agustín Díaz la recibe y asiste a Victorio Ramis, el de los goles importantes. Una constante de este torneo era el cambio de mentalidad de Talleres que llegaba después del descanso. Sin embargo, en Mendoza fue lo contrario. Porque el “Lobo” aprovechó las bandas para desnivelar y lo atropelló. Embanderados en Neri Espinosa, quien envió el centro rasante para el gol de Lucas Farías; y después, el ingreso de Agustín Sanfilipo desarticuló toda la defensa. Entró Rodrigo Chaves para equilibrar aunque no fue un acierto, porque del esquema súper ofensivo, que presionaba a los rivales en terreno ajeno en tres cuartos de cancha, se convirtió casi en línea de cinco defensores. Y Gimnasia aprovechó.

El partido expiraba y el resultado no desentonaba ni con el juego ni con las pretensiones de ambos equipos. Porque los de barrio Jardín no lograron más el control anímico tras la desesperación del dueño de casa luego del penal y el gol; y porque el local había gastado todos los cartuchos posibles. Pero le quedaba una bala. Sanfilipo supera a Ivo Chaves (no es potable en esa función) y su pase permitió que Cristian Taborda marcara el grito sagrado. Mastican bronca por barrio Jardín porque tuvieron todo a favor para festejar, pero otra vez la doble personalidad, la ciclotimia, sacó a relucir la peor cara. La del desánimo y la resignación. Queda una vida, en casa ante su numerosa hinchada.

Nada está perdido, sólo que en el primer duelo pudo tener una mejor imagen, pero el desgaste le pasó factura y pecó con su irregularidad deportiva y psicológica. Ahora, la muestra de carácter debe aparecer en un Mario Kempes repleto que no va a tolerar otra frustración. Los protagonistas son conscientes de eso.

LA DEFINICIÓN
Para ascender, Talleres debe ganar por más de un gol. Si se impone por un tanto, habrá penales. Un empate y la victoria de Gimnasia, llevará al “Lobo” a la B Nacional.

EL ÁRBITRO
Facundo Tello: (Regular) Dejó poner pierna fuerte y pudo amonestar antes a varios jugadores de Talleres. Como que se sacó de encima la presión compensando un tiempo para cada equipo.

LA CLAVE
La actitud de Gimnasia después del descanso. Se llevó por delante a un Talleres que con mucha hombría merecía la ventaja. Cambio de chip. El Albiazul nunca logró reaccionar, retrocedió y se lo dieron vuelta.LA FIGURANery Espinoza (8). El volante mendocino fue insolubre para el medio de Talleres. Ni Rodrigo Chaves, casi con marca personal lo pudo frenar. Sanfilipo cambió el partido. En Talleres se destacaron Federico Costa y Agustín Díaz.