En la despedida de Coleoni y en una noche difícil, Talleres jugó mal, pero vio la luz porque cumplió con el objetivo de ganarle a Alvarado. Gracias a un gol de penal de Mozzo, la “T” es escolta. Esta tarde, Hoyos asume como nuevo DT.

Un día iba a pasar. El Mundo Ta l leres y su desesperada búsqueda por convertirse en deportivo ganar como sea llegaron a un punto en que el resultado deseado no alcanzó para todo. La imagen final no era la del tributo de la gente, casi 20 mil, al equipo que terminaba de vencer al dignísimo Alvarado de Mar del Plata, que tuvo un jugador más durante un tiempo por la expulsión de Rodrigo Cháves.

Y que ese triunfo, logrado con gol de Julio Mozzo de penal (revancha del error ante Tiro Federal), lo dejaba a un punto del líder Libertad de Sunchales y que podía ser la despedida perfecta para la salida de un Sergio Coleoni, quien decidió irse siendo invicto. Porque no encontraba la vuelta al equipo y que sin una mejora no iba a ascender. La famosa forma que anoche tampoco apareció porque Talleres hizo un partido discreto: pese a tener uno menos, dilapidó varias situaciones de gol, flotó sobre el 1- 0 parcial lo que agrandó al rival, que de a poquito se fue animando al punto de provocar un par de arribos y de que Federico Costa se ganara la tarjeta amarilla del árbitro del partido Guillermo González por demorar.

La gente se fue disconforme, enojada. Hubo muchos silbidos de la misma manera como salieron muchos aplausos para el equipo marplatense y las ganas que pusieron sus jugadores pese a la caótica situación económica que los atrapa. Un conflicto económico que hace que se reúna sólo para jugar de local (como le pasó en el partido de ida en Mar del Plata) o padezca para viajar como sucedió con la novela del colectivo de dos plantas que llegó de última (como su pago) para poder arribar a Córdoba, apenas unas horas ante del inicio del juego.

“Me voy bien, tranquilo. No nos vamos a mentir. el equipo necesita jugar mejor. No veo eso. No le voy a mentir a un jugador. Dejaron de lado el juego en pos de meter. Sabía que me iba a ir invicto. Me voy bien. ¿Si el 1- 0 alcanza para dar marcha atrás? No. Me lo pidió mi familia. Dejé a f lote el barco. Quizá otra persona puede lograr que el equipo despegue”, dijo Coleoni, quien no confirmó si volverá a las inferiores.

El enojo también cruzó al aspecto político ya que en la popular Willington y en la Gasparini hacia la alianza entre Andrés Fassi-Rodrigo Escribano y la llegada del Grupo Pachuca de México. Con Mariachis incluidos que desfilaron por varios sectores del estadio.

El Mundo Talleres mostró una dinámica tal que la previa y el pospartido fueron polarizados por el arribo a un acuerdo para que Ángel Guillermo Hoyos sea el relevo de Coleoni (asume mañana a las 16 en la Boutique de barrio Jardín) y asuma el reto de llevar a “la T” a la Primera B Nacional en cinco partidos.

Ganó Talleres y, a veces, eso no alcanza. El único triunfo en el que no importará la forma y dará la felicidad completa será el del ascenso. Así quedó planteado.

Conformes por los tres puntos


Los jugadores de Talleres fueron autocríticos, pero remarcaron lo importante que fue ganar anoche.

El final del partido encontró a los jugadores de Talleres conformes porque habían cumplido el objetivo de sumar de a tres, pero todos reconocieron que no se había jugado bien. Marcos Godoy fue uno de los primeros en salir y sintetizó el sentimiento de todos en la intimidad albiazul. “Ganamos, que era lo que habíamos venido a buscar”, afirmó el delantero de la “T”, quien fue uno de los mejores de su equipo.

Agustín Díaz, quien ingresó a los 36 minutos del segundo tiempo por Gabriel Carabajal, afirmó: “Había que ganar y se ganó. La vedad se nos complicó con la expulsión. ¿Los silbidos? No estamos jugando como la gente quiere, pero estamos ganando y así se asciende”. Y Carabajal sostuvo: “Hay que estar tranquilos y seguir por este camino, es un campeonato muy duro. La gente es así, siempre va a querer más. Esto es fútbol y el rival también juega”.

Suárez, arquero de Alvarado. “Lo de la gente de Talleres fue un mimo al alma. Nos reconforta porque demuestra que dejamos todo en estas condiciones. Dejamos una buena imagen”.

Libertad sigue en la cima.


Empates. Unión de Mar del Plata no pudo aprovechar el empate del líder Libertad y los sunchalenses siguen al mando de la Zona 5 del Torneo Federal A. Libertad igualó sin goles frente a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo y luego el equipo marplatense empató 1-1 con Independiente de Chivilcoy, por lo que no le pudo descontar y continúa como escolta, ahora acompañado por Talleres, que se acercó. Los goles fueron de Wilson Albarracín (U) y Ezequiel Fernández (I). El otro partido de la zona, entre Ferro y Tiro Federal, también terminó pardo. Jonathan Bauman puso en ventaja al Verde y Alexis Blanco marcó la igualdad para la visita de penal, en el complemento.

Fuera de juego


Tras 20 horas. Alvarado llegó a Córdoba tras 20 horas de viaje. El martes a la noche apareció el dinero que permitió contratar un vehículo de dos plantas para evitar lo que había sucedido en el viaje a Rosario (visitaron a Tiro Federal), cuando lo hicieron en un coche semicama. El plantel viajó sin médico y sin otro juego de camisetas, lo que hizo que a uno de sus jugadores debieran arreglarle la suya con cinta.

Cuatro cambios. Fueron cuatro las variantes presentadas ayer con respecto al último equipo de Coleoni. Entraron Ramis, Godoy, Schenone y López por el lesionado Martiñones, Diego Martínez, Agustín Díaz y el suspendido Elias Bazzi, respectivamente.