El actual DT de Talleres enfrentó a Ferro de General Pico, rival de mañana, en el primer antecedente entre ambos, 30 años atrás. Fue titular en ofensiva junto a Tedini y Bevilacqua. Cuenta a PODIO su modo de jugar y su carrera profesional.

La imagen alude a un gol de un hombre con cabellera frondosa, con la camiseta de Talleres, anotando nada menos que ante el legendario Carlos Goyén, de Independiente. Se trata del actual DT del Albiazul, Sergio Coleoni, quien vistió la camiseta del club de barrio Jardín y hoy luce con menos cabellos pero el mismo sentimiento. Le tocó hacerse cargo del plantel tras el despido de Jorge Ghiso, y ya transita con su primera experiencia al frente del equipo, tras tres interinatos. Y curiosamente, formó parte del equipo 30 años atrás en el primer duelo contra Ferro de General Pico, allá por el Nacional del ’84, precisamente rival de mañana por el Federal A. Coleoni le cuenta a PODIO sensaciones de aquel duelo. “Fue un partido bravo, nosotros ya jugábamos el Metropolitano pero siempre ir al interior generaba un sacrificio extra. Más o menos como pasa ahora, a donde nos toca jugar, siempre el rival hace un esfuerzo doble, motivado también por hacer un buen papel. El duelo no va a ser muy distinto al de aquella vez y lo peor que podemos hacer es subestimarlos”, aseguró.

- ¿Qué recordás en particular de ese encuentro?
- Fue parejo y duro, lo sacamos adelante con un gol de (Ángel) Hoyos y dos de Mario (Bevilacqua). Me tocó ser titular, con Tedini conformamos el tridente de ataque. La cancha estaba llena, en ese entones, Talleres causaba sensación cuando íbamos a jugar de visitante, incluso en Buenos Aires. En ese Nacional, lo dejamos afuera a Boca, era común que los grandes a veces se quedaran eliminados en Primera Ronda.

- ¿Cómo era jugar con campeones del mundo en el mismo equipo?
- Se me cae una lágrima (risas). Me tocó debutar en el año ’81, con Angel Bocanelli y Humberto Bravo en el ataque. Tenía 21 años. Jugamos contra Ferro, me marcaban Mario Gómez, Héctor Cúper, Gerónimo Saccardi, Juan Rocchia, ¡me mataron a patadas!. Ese Ferro salió campeón al año siguiente, fue una experiencia hermosa.

- ¿Cómo era Coleoni como jugador?
- Era wing izquierdo, lo acompañaba a Bevilacqua, en ese fútbol de antes era más de desbordar y tirar centros, aunque también aplicaba la diagonal hacia el centro. Era muy vehemente, actitud que ahora puedo dominar con el buzo de DT. En Estudiantes de Río Cuarto, cuando jugamos el Nacional, ya muchos partidos lo hice de nueve clásico. Al igual que en Bolivia (jugó en The Strongest). De la misma forma lo hice en Los Andes, que dirigía Raúl “Chueca” Aramayo, Juventud Alianza de San Juan y en el fútbol de El Salvador, donde terminé mi carrera.

- Más allá de la victoria, si en La Pampa no se gana, van a volver los murmullos...
- Así es, esto es Talleres, calculá que ganamos el lunes y todo el mundo salió a criticar que no jugamos bien en vez de decir que rompimos la racha. Pero hay que estar acostumbrado, Talleres siempre tuvo esa característica, la gente quiere ganar jugando bien o nada. Hay que tener la piel curtida, yo por suerte conozco el club porque nací acá.

- ¿En qué te concentrás para no dejarte envolver por la presión?
- En el plantel. Tienen tanto convencimiento en ellos mismos que me transmiten tranquilidad. Los escucho, los veo, y me doy cuenta que quieren revertir esto. Y si no es en la primera instancia, será en la segunda, pero puedo asimilar las ganas que tienen de ascender. Eso me genera un compromiso más. Me da fortaleza, saben lo que hay en juego. Ojo, somos conscientes de que tenemos que mejorar y mucho si queremos un final feliz.

“Pareciera que muchos creen que estoy por Ballarino en Talleres. Me uní cuando estaba Maxi Salas, con el fui interino. Con Mario laburé 20 años, pero volví al club por otras vías. Como amigo, me duele todo lo que pasó”

De Oriente a Centroamérica


Sergio Coleoni asume su cuarta etapa al frente de Talleres: las veces anteriores fueron en 2003 (dirigió al equipo tras la salida de Enzo Trossero ante River Plate, 1 a 1 en el Monumental) y en 2005 recibió al plantel en la pretemporada tras la llegada del gerenciamiento de Ateliers con Carlos Granero a la cabeza, aunque fue el “Nene” Emilio Commisso quien inició la campaña. Tras dos partidos en la B Nacional el semestre pasado, ahora asume su primera experiencia formal. No obstante, su proceso de formación lo llevó a dictar clínicas de fútbol en Japón, dirigir en primera división en Perú, al Coopsol, en 2001 (llevó al país incaico a David Díaz, Oscar Dertycia y a Andrés Cabrera). Después organizó junto a su primo, Gustavo Coleoni, las categorías de AFA en Talleres, además de pasar por Independiente de La Rioja, Sportivo Patria y Sarmiento de Leones. “El fútbol te lleva y te trae. Cuando uno sigue esta vocación, hay que estar preparado para ir a cualquier parte”, declaró.

“Me gusta jugar con tres delanteros, como en mi época, pero de esa forma uno descuida el mediocampo, porque el fútbol de hoy es mucha marca y presión en ese sector. Los tiempos cambiaron, ahora ya no hay tantos espacios. Tomar riesgos hace que uno se exponga”.