Le faltó el gol. La “T” tuvo muchas situaciones para convertir, pero falló en la definición.

El Talleres que vio la luz ayer en Rosario transitó por distintas etapas. Se ilusionó mucho en el primer tiempo cuando convirtió a Mauro Dobler, el arquero de Tiro Federal, en figura del partido. Cuando se formó una sociedad entre Ezequiel Barrionuevo, Agustín Díaz y Patricio Rodríguez, el único delantero albiazul Diego Martínez se relamía por esa asistencia que debía llegar en cualquier momento. Para no tener que pivotear tanto ni salir a los costados. Anhelaba disponer de ese pase que lo pusiera de frente al arco.

La primera llegada de Talleres fue un remate de Agustín Díaz, quien quedó solo frente al arco rival a pesar de los cinco defensores que plantó el local. Dobler contuvo el disparo, pero fue un aviso de lo que vendría. Luego Martínez tuvo otra ocasión clara de gol. También un centro del “9” llevó peligro con un cabezazo de Ivo Chávez que se fue alto.

Tiro Federal salió a defender con linea de cinco en el fondo y le dio la pelota a Talleres. También le dio espacios importantes (extraño para un equipo local en el primer partido del campeonato), pero no todos bien aprovechados por Talleres. Patricio Rodríguez e Ivo Chávez iban por las bandas, pero el pase a la red no llegaba.

Recién cuando Rodríguez empezó a tirar diagonales hacia el medio para avanzar en pared con Martínez y cuando Víctor Beraldi (en el complemento) comenzó a desequilibrar por derecha, Talleres volvió a soñar con hacer suyo el juego.

Lo del equipo de Rolando Bertolini fue muy pobre y tibio. El primero de sus arribos fue al promediar el primer tiempo, con un centro de Ferrari que atrapó Costa. Nunca se decidió a atacarlo ni discutirle la posesión de la pelota a la “T”. Lo respetó demasiado. Estuvo demasiado solo Ibáñez en ataque. El equipo rosarino tomó demasiados recaudos.

El sistema elegido por Jorge Ghiso pasó del 4-2-3-1 al 3-3-2-2 pero para aprovechar el ingreso de Marcos Godoy se necesitaba que Ivo Chávez fuera casi un delantero, pero terminaba de defensor porque debía cubrir a Franco Ferrari.

Mozzo, el mejor jugador de Talleres, llego varias veces a la puerta del área rival y en dos remates suyos pudo anotar para la “T”. Uno de ellos le dio en la espalda a Marcelo Mosset y no se metió en el arco de Tiro Federal de casualidad. No tuvo gol, sólo por eso empató.

Cuando se juntan es más fácil. La generación del fútbol. El mejor momento de Talleres fue durante el primer tiempo. Fue el período en el que más situaciones de goles le generó a Tiro Federal. La sociedad entre Agustín Díaz, Ezequiel Barrionuevo y Patricio Rodríguez produjo el fútbol de Talleres. En ese tramo generó mucho peligro. También aportó a la causa Ivo Chávez con sus proyecciones.