Mánager otra vez. Es la cara visible de la “T” y participó en la formación del plantel. Del reto del regreso a un repaso por su gestión anterior, tocó todos los temas.

Mario Ballarino ha vivido al Mundo Talleres desde varios lugares. Pudo ser el DT antes que Jorge Ghiso y volvió como mánager, un puesto neurálgico que supo ocupar en el Talleres de fines de los ‘ 90, cuando limpió el predio y armó un equipo de trabajo con el que se formaron muchos jugadores, caso Javier Pastore. De ahí pasó a dirigir a la “T” en Copa Libertadores, un hito. Luego se fue del club y, tras su paso por Racing, decidió irse del fútbol, directamente. Su vuelta se dio luego de que Rodrigo Escribano, el titular del Fondo lo llamara hace un mes, después de que hubiera relativizado la posibilidad de que fuera DT y el propio Ballarino le contestara duramente ya que contaba con el apoyo de gran parte del Fondo. “No la esperaba. Creo estar preparado para realizarla. Espero que podamos llevar a Talleres en la Primera B Nacional”, dijo Ballarino.

-¿Te llamó Escribano y vos te disculpaste?
–Fue mutuo. Las discusiones eran cosas que ya habían pasado. Dejamos eso atrás. Tanto él como yo queremos lo mejor para Talleres. Por eso estoy acá. Y por una deuda que tengo con gente del Fondo que me ayudó muchísimo en mi carrera. Alberto Escalante hizo mucho, de verdad. Él me impulsó hace unos meses, como Salum, Bertinetti. No hablar de Maslub, que inclusive se fue del Fondo porque no se dio mi regreso antes. Mi reconocimiento para ellos y para Roggio, que siempre puso plata en Talleres. Cuando se vayan, se tienen que ir por la puerta grande. Tengo una deuda moral con ellos. Y es un desafío para poder sacar el club adelante.

-¿Pensabas en ser mánager o DT?
–No. No creía que iba a volver. Quise ayudar al club cuando estaba para descendiera y no pude. es una momento para darle fuerzas a la gente y me siento entero para eso. Fuerte para situaciones adversas.

–¿Qué veías?
–Veía que el equipo no salía. Que iba a ser difícil jugar con esa presión del descenso y en Talleres. Quise advertir.

–¿Y ahora?
–Estoy todo el día acá adentro. Hice mucho hincapié en que los jugadores que llegaran, más allá de sus condiciones, fueran profesionales completos. Que tuvieran un temperamento. Que el día que Talleres no juegue bien, se pueda ganar metiendo, luchando. Que la gente se pueda identificar con un equipo que dé todo. Yo creo que éste equipo va a hacer historia. Que va a devolver a Talleres a los lugares acordes.

-¿Sí?
–Y lo digo no solamente porque los conozco, sino también por la referencia que de ellos existía. Porque son chicos sanos y comprometidos. Ante Belgrano algo se vio. Casi se logra empatar en inferioridad numérica y ante Newell’s, un equipo con gran jerarquía, dieron vuelta el partido. Lo ganaron muy bien. Con gran inteligencia. Tenemos un plantel distinto y la gente se va a identificar con este Talleres porque no lo va a defraudar. Ghiso es un tipo capacitado para lo que hace.

- Entraste cuando el plantel ya se había empezado a formar. ¿Hubo reparos?
–No. Antes de volver, hice un análisis de como se estaba formando todo... El tema es que Talleres ascienda. Es lo más importante. Después se verá quien hizo cada cosa.

-Si se da...
-Será un alegría para todos. Para mí comparable a dirigir a Talleres en Copa Libertadores. Quizás esta sea más importante porque no hay margen de error. Tenés que ascender y no podés errar en nada. Estoy conforme con el plantel y con las personas que lo componen. No le van a fallar con la gente.

El pasado. “Me fui porque el proyecto por el que tanto luché, se cayó. Cayó en un abismo económico del que no se podía salir. No se valoró lo que hice. Quizás por no ser político o falso. Yo no tuve que ver con la quiebra. Lo que hice fue trabajar, elegir jugadores, traer DT, trabajar en inferiores, hice el predio”, contó Ballarino.

–¿No eran muchas cosas al mismo tiempo?
–Yo hacía y hacía. No es difícil saberlo. Sé quiénes quieren que me vaya mal y lo afronto. Todo está en el expediente. No escondí nada. Y me volvieron a llamar. Si a Talleres le hubiera echo daño, mi regreso no habría sido posible.

–¿Serás entrenador nuevamente?
–No creo. Y no es importante.

Es cierto que no vas a cobrar...
–Sí, hasta fin de año. Si luego el club se puede proyectar, se verá. Hay que ascender.

“¿Álvarez? Es lógico que se quiera ir. Me parece desacertado que Estudiantes venga ahora. Daña. Mi objetivo es que Talleres tenga otro formato: que el jugador se quiera quedar acá y no irse”.

Albiazules


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