Y menos el DT... El interino Coleoni se la jugó en el ST y le salió bien: encontró sociedades en mitad de cancha: 3-1 ante Ferro para lucharla.

Es el mismo tipo al que le dio un ACV en 2002 y zafó porque todavía no era su momento. Es el mismo tipo que se arremangó la piel cuando Talleres quemaba. Ese hombre de 54 años es ahora también el DT: Sergio Coleoni. Y su cabeza piensa cómo hacer para que Talleres quiebre a Ferro y silencie –al menos un rato– al fantasma del descenso. El tipo mete a Sánchez Sotelo por Bazzi para jugar con línea de tres en el complemento. Recompone la mitad de cancha para que Fabio Álvarez juegue adonde se siente futbolista, y al Tin Díaz le acerca socios para construir con la pelotita. Talleres le ganó a Ferro 3-1, pero la historia no fue sencilla.

Un despertar. El 4-2-3-1 inicial de la T proponía tener la bola para jugar con ella. El pibe Cristian Pavón recuperó por izquierda, encontró a Álvarez y éste habilitó a Klusener para el 1-0, a los 7. Pareció que Ferro iba a renunciar tempranito, pero Bazzi cometió falta infantil y volvieron los fantasmas: Satanás Páez, de cabeza, ante el quedo de Aguiar para cortar, metió el 1-1, seis minutos después.

Talleres sintió el impacto, pero no claudicó. A los 17 minutos Klusener remató pero una pierna rival desvió la trayectoria. Ah, para entonces el árbitro se había comido un penal de Burgos que, minutos después, provocó la ira de Páez que vio la roja.

Y ahí el local pareció agrandarse. Díaz, el más inteligente para jugar y pensar, se aceró a Álvarez. A los 29, Bazzi lo tuvo aunque su remate fue defectuoso. Más tarde, a los 48, el propio Álvarez apuntó sin pericia.

Para adelante. En el ST la T limó errores. Leyes apretó al medio y Acuña –el mejor de la visita– se quedó aislado por momentos. Entonces el DT Albiazul apostó fuerte: Sotelo entró y el esquema cambió de vuelta. Al medio, Díaz vio como Álvarez se agrandó al jugar un par de metros más adelante y creció la esperanza. Pero antes sufriría Talleres: Aguiar se quedó en un centro, pero respondió abajo. A la jugada siguiente, a los 14, el 10 recibió del Tin para estampar el 2-1 con un golazo.

Con Pavón dispuesto a demoler a Coll, el volante de la visita, Ferro tuvo problemas. Encima Barrionuevo jugaba seguro y Díaz seguía marcando tiempos y espacios.

Mientras los futbolistas jugaban adentro, Coleoni lo hacía afuera: la línea de tres con Burgos-Vera-Nieva había soportado lo suficiente y la lectura del entrenador fue meter a José Shaffer y otra vez acomodar la estructura.

Con un rival expuesto al golpe letal y a su vez erosionado por el oficio invisible de Klusener, no aguantó la última corrida de Pavón (previa asistencia de Leyes) que mandó un centro atrás para que el Lobo Sotelo masticara la victoria: 3-1, a los 32 y alivio generalizado.

Con la ventaja a su favor el equipo acalló el clima bravo del constante reproche-aliento con el que convivió desde el arranque.

Cuando llegó el final del juego, el tipo de aquel ACV apretó el puño como si hubiera ganado una batalla; y en la boca del túnel su sombra describió una esperanza parecida a la que necesita Talleres.

El árbitro. FACUNDO TELLO. Arrancó bien, pero no cobró un penal claro de Burgos en el primer tiempo a favor de Ferro. Expulsó bien a Páez. Al final su desempeño fue regular.

La figura. AGUSTÍN DÍAZ. Se comió la cancha. Aportó lucidez para jugar y elegir los mejores caminos. El socio perfecto de Álvarez o Pavón para generar juego. También Leyes terminó aplicando el esfuerzo que se le reconoce siempre.

Mundo Albiazul


»¿Siguen las bajas? El lunes sintió una molestia fuerte el capitán Juan Pablo Avendaño. Se complica que llegue al sábado. Rodrigo Chaves ya cumplió con dos fechas de suspensión y está en condiciones de retornar.

»Camilo Aldao banca. Dos hijos dilectos de Camilo Aldao compartieron el banco de suplentes el lunes. Mario Obulgen, ayudante de campo de Coleoni y Pablo Renzi, kinesiólogo de la T.

»Poca memoria. El árbitro Facundo Tello se olvidó de hacer un minuto de silencio por el día de la memoria, 24 de marzo, ayer antes del partido.

»Y todo a pulmón. Por precaución, en la zona de la platea baja y en derredor a la salida de los protagonistas al campo hubo un pulmón por cuestiones de seguridad. Por suerte no hubo que lamentar nada.

»Política al margen. Por lo pronto el lunes no hubo manifestaciones “políticas” en torno al partido. “Hoy necesitamos unión de todos, después se verá. No es momento de mezclar las cosas”, dijo Escribano.

»27 MIL ALMAS. Una gran cantidad de hinchas acompañaron al equipo. Al menos 27 mil estuvieron en el Kempes. Dos horas antes, 350 hinchas alentaron al equipo en el Hotel de concentración y los siguieron hasta el Kempes.