Talleres volvió a mostrar respuestas magras dentro de la cancha y se hunde más. Perdió 1 a 0 ante un limitado Gimnasia jujeño, que con poco lo dejó al borde del nocaut. Forestello pierde acciones y el equipo se zambulle cada vez más en el descenso.

De no creer. Es la realidad. Talleres agudiza cada vez más su crisis deportiva contra rivales mínimos, que sin tantos méritos lo dejan sin nada, acrecentando las chances de descender, ante las pocas respuestas dentro de la cancha y el malestar ya es indisimulable por parte de la gente, que despidió con insultos a los jugadores y dirigentes. Tampoco se salvó de la reprobación el DT Rubén Forestello, que cosechando cuatro puntos de 21 posibles tiene su continuidad en riesgo y a esta altura, cuenta con pocos argumentos para sostenerse al frente del equipo. Es que Talleres cayó 1 a 0 ante el necesitado Gimnasia de Jujuy, desnudando las limitaciones y el estado grave de situación por barrio Jardín, porque la falta de reacción y las pocas herramientas mostradas en cancha avizoran un pronóstico más que reservado y poco alentador.

Los pretextos no son suficientes. El Albiazul tenía la posibilidad de empezar a enderezar el timón contra un oponente que también está en zona de descenso, y por lo que mostró, justifica su magra situación en la tabla y los promedios. Era una final pero parece que solo un juvenil de 18 años, como Cristian Pavón, fue el único que mostró algo distinto, con su velocidad y desequilibrio. Gonzalo Klusener fue puro esfuerzo. Agustín Díaz es uno de los pocos que salvó parte de su imagen, pero el resto, parecen condenados. Sin respuestas anímicas, sin suerte que acompañe, ya el margen es cada vez menor y deportivamente, no aparecen soluciones. Es lo que hay: Forestello probó a todos los jugadores (Favio Álvarez, uno de sus bendecidos en la pretemporada, ni siquiera concentró, y el refuerzo que solicitó, Edison Torres, jugó dos partidos). El material indica que la falta de carácter y personalidad es la falencia principal de un plantel que luce desunido y desconectado.

Más allá de la profundidad de Pavón, poco se rescata. Al evaluarse el gol de los jujeños, pudo apreciarse que primero Héctor Desvaux falla un cabezazo y el defensor Sebastián Sánchez directamente se atropella el balón, que lo sorprendió y terminó en el fondo de la red, ante la atónita mirada de la defensa, que sin reflejos, presenció cómo la derrota llegaba en sus propias narices, sin respeto.

La gente ya dio su veredicto. No hay más paciencia ni tolerancia, a este ritmo, el descenso será inevitable. La responsabilidad no recae solamente en Forestello: ni la dirigencia ni el plantel quedan exentos de culpa. Por lo pronto, el Álbiazul lleva diez partidos sin ganar, no festejó en el 2013 (de nada sirve el triunfo agónico ante Chaco For Ever, por Copa Argentina) y el panorama luce desolador. Ayer, Gimnasia desnudó un poco más las limitaciones de Talleres, y sufrirá hasta el final para permanecer en la B Nacional. Ah y le queda enfrentar a Banfield, Independiente, Defensa y Justicia, Instituto, Atlético Tucumán... Complicado el panorama.

LA CLAVE
Gimnasia aprovechó, casi sin proponérselo, una pelota parada para desnivelar, sin haber hecho méritos suficientes. Tampoco lo hizo Talleres, sin juego y absorbido por la presión de ganar.

LA FIGURA
Cristian Pavón (7). Con lo realizado en el primer tiempo, le alcanzó para sobresalir en un mal partido. Desborde, velocidad, sólo le faltó el toque final. A pesar del derrota, fue el más desequilibrante.

EL ÁRBITRO
Ariel Suárez (Regular). Por momentos busco imponer autoridad, habló en demasía con los protagonistas y al último se lo vio celoso en sus fallos. Igual, no incidió.

Uno X Uno


Pablo Santillo: (5) No muestra la misma firmeza del año pasado. Lento en el gol.
Rodrigo Chaves: (5) Se pasó de vueltas. Terminó expulsado.
Juan P. Avendaño: (5) Todavía no logra salir de su letanía futbolística.
Renzo Vera: (5) El más sólido en defensa, pero tampoco dio todas las garantías.
Elías Bazzi: (5) Buen primer tiempo, no logró sostener su nivel.
Marcelo Vega: (5) Se quedó en intentos pero al menos mostró insistencia.
Marcos Brítez Ojeda: (4) Muy impreciso, la gente perdió cualquier tipo de paciencia con él.
Agustín Díaz: (5) Dio la cara por el equipo pero igual cayó en el desconcierto.
Cristian Pavón: (7) La primera mitad le alcanzó para ser el jugador más sobresaliente.
Juan Sánchez Sotelo: (5) Fastidioso, no encontró la pelota y perdió insistentemente.
Gonzalo Klusener: (5) No le llega una pelota, bajó a buscarla, fue solidario pero se enmarañó.
Nery Leyes: (4) Entró para equilibrar. No lo consiguió.
Ezequiel Barrionuevo: (5) Tampoco aportó soluciones.
Juan Tévez: (5) Casi no tuvo contacto.