El delantero habló con Día a Día, después de conocida la sanción de tres fechas que se le aplicó por su expulsión del domingo.

Gonzalo Klusener está con el teléfono a mil. Lo llaman de todos lados. Le llegan mensajitos. No tiene paz. “Disculpá, pero sí me acabo de enterar, no estoy muy contento que digamos”, le dice a Día a Día. Klusener estaba tomando unos mates con su amigo Elvio Fredrich y se enteró junto a él de la buena nueva: la sanción de tres fechas que le impuso el tribunal de disciplina de la AFA. Lo que indica la información, en relación a las causas del castigo aplicado tiene que ver directamente con lo informado por el árbitro Sergio Pezzotta quien lo expulsó el domingo pasado con roja directa por un codazo. Y el parte dice “codazo y reincidencia”. Por esto, Klusener, dice que no esperaba una sanción de estas características, aunque reconocía que siendo roja directa se lo podría suspender por más de una fecha. “Mirá, sabiendo lo que sucedió (roja directa) hasta dos fechas claramente lo acepto, pero me puso muy mal que sea una más”, recalcó el goleador a este medio. “No entiendo el criterio, de verdad, no entiendo eso de reincidente. Me echaron en la segunda fecha por doble amarilla. Reconozco que he sido de hablar, de quejarme, pero nunca fui un jugador violento. La anterior expulsión fue por doble amarilla. Pero ya está, hay que aceptarlo aunque considero que es injusto”, completó.

Por esta sanción, Klusener estará “parado” tres partidos. Es decir los que corresponden a Brown de Adrogué, Aldosivi y Boca Unidos de Corrientes. Por su parte, el preparador físico Adrián Navarro ya comenzó a prepararle una rutina “a full” por la falta de competencia que sufrirá el goleador y uno de los símbolos del equipo albiazul.

“Fui bien expulsado”. En una jugada en el inicio del juego del domingo ante Patronato en el que la T perdió 1-0, el 9 albiazul fue a un choque para proteger la pelota y ganar posición con los brazos un tanto abiertos, los codos altos y allí se produjo un choque. Pezzotta estaba muy cerca y le aplicó la tarjeta roja de manera directa. El delantero pidió aclarar que él nunca tuvo un entredicho con el juez, incluso, Día a Día pudo saber in situ, tras el encuentro, que dialogó en el vestuario con el árbitro. Klusener mantuvo una charla con Pezzotta a quien sólo le reconoció estar bien expulsado y fue a explicarle qué quiso hacer cuando chocó con el rival. Sobre la expulsión, lo primero que se encargó de aclarar el atacante fue que la roja estuvo bien. “Fui bien expulsado, nunca dije lo contrario. Nunca dije que fui mal expulsado. Para mí estuvo bien porque quizás fui con los codos muy altos. Le pegué con el antebrazo por el impulso y el rival se acomodó para buscar el contacto también. Reconozco que quizás fui un poco al límite, pero nunca con mala fe. Por eso está bien, más allá de la calentura, la expulsión en Patronato”, completó.

Después de la charla, el goleador se excusó. “Estoy mal por esto, ya pasará. Tendré que agachar la cabeza y meterle duro, no hay otra manera”, finalizó.