Cacho y la T. El entrenador albiazul reconoce que este lunes es un día importante para todos. Ve en Instituto a un rival de cuidado, que viene bien.

La luz del vestuario se acaba de apagar. A los dos segundos vuelve a encenderse. Pero en realidad, más que una falla, el titilar fue el paso por la puerta de Arnaldo Sialle. Que, con su porte, tapó el escape de los finos rayos luminosos. “Esperáme, ya vengo”, dice a Día a Día, mientras el grandote cruza sin mucha rapidez aunque con constancia sobre sus pasos. Con la cadencia de un gorila se traslada hacia una punta. Habla algo con uno de sus auxiliares. Luego bromea un rato con su preparador físico, Adrián Navarro. Es que el profe metió un cambio de look, y rejuveneció unos años. Sialle se ríe, vuelve otra vez. Llega y da el okey para la charla.

Es el Mundo Talleres que todos contemplamos ahora desde el centenario. Y Sialle no se mantiene al margen de este momento, porque ha sido un entrenador que ya dejó su huella. Poder sacar al club del infierno que fue el Argentino A, no ha sido un hecho menor.

Aunque él mismo se siente un “colaborador” en este tramo de la historia del club. “Me ha tocado perder jugando para Newell’s contra estos monstruos que están festejando su centenario. Ellos hicieron historia en serio en Talleres. Yo he sido alguien que sumó lo suyo en esta etapa, con orgullo, pero ellos hicieron grande a Talleres”, dijo Cacho en relación a las glorias que festejaron junto a su equipo en el Centenario en la noche del viernes y la madrugada del sábado.

“Algunos muchachos que nos hemos enfrentado y ahora nos saludamos. Se pone divertido ver la decadencia, cómo estamos, jaja. Nos miramos y nos acordamos cómo estábamos hace 20 años”, completó.

–Pero te ha tocado la suerte de estar en alguna época (la actual) en Talleres para lograr algo, dejar una marca en la gente y en la historia.
–Son distintas épocas. Para nosotros trabajar acá, con total humildad hemos podido hacer algo. Poder estar mejor que antes, es algo que nos llena de satisfacción.

–Pensando en el partido ante Instituto, ¿cuánto influye este clima que se vivió este fin de semana con los festejos?
–Es más importante el hecho de cumplir cien años y poder estar que perder unas horas de sueño o alterar la agenda, así que no hay ningún problema.

–Instituto no viene tan mal.
–Yo estuve viendo los partidos de ellos y vienen bien. Instituto tiene un buen equipo. Han podido sobreponerse a la adversidad de los problemas institucionales. Seguramente que va a ser un partido complicado para nosotros. Esperemos que para ellos también.

–Son partidos que quedan grabados en la memoria. Después de Independiente a Talleres le toca jugar un partido muy trascendente en esta primera parte de la B Nacional.
–Es importante para seguir creciendo y tratar de mantener la regularidad. Tratar de hacer lo mejor y buscar el resultado. Utilizando el mismo equipo también es importante. Pero no es algo determinante. A lo mejor algún jugador se siente mejor sintiéndose ser parte, o alguno que no juega no se siente tan bien. Pero sí estos partidos son importantes, no determinantes.

Con esa última palabra, Sialle traza que nada determinará de ahora en más, a este equipo que le toca dirigir. Ni a él mismo. Cacho tiene en su cabeza, después de lo andado en este campeonato que se tiene que llegar bien a diciembre. Pensar firme en un buen colchón de puntos para afrontar después la pretemporada de enero. Sialle piensa así y, ahora, más a largo plazo. “Yo en su momento dije lo que sentía”, repite desde aquel arranque fallido del equipo con tres empates y dos derrotas.

Pero también, mirar lo macro y no tanto lo particular. Por ello, los resultados son un conjunto de circunstancias. Pero un sólo resultado para él, no puede llegar a modificar el destino de manera abrupta. Claro que las rachas, los malos o buenos momentos inciden, pero planta bandera en que no hay que “desvivirse” si hoy se logra un buen resultado ni, mucho menos, empaparse de pesimismo frente a la adversidad.

–¿Ganarle a Instituto va a significa un afianzamiento del equipo?
–No. Nosotros pensamos siempre en el partido que nos toca. Todas las especulaciones que vengan atrás, yo estoy convencido que no sirven para nada. El partido que viene es el más importante y tratar de hacer lo mejor. No cambia en nada, desde mi punto de vista.

–Pero es Instituto.
–Es un partido clásico, es importante, eso es verdad. Pero hay casos de equipos que han ganado un clásico y después se cayeron y equipos que perdieron y después se levantaron. Es relativo.

–¿Sentís que el equipo está mejor, va creciendo?
–En algunas cosas sí. Este equipo quizás está en otro momento. Fue meritorio de haber dar vuelta el mal arranque. Y también de dar vuelta resultados adversos. De todas maneras sabemos que tenemos que seguir creciendo.

Pasó el Centenario o Talleres ya lo habita, vive en él. La frescura de la emoción se extenderá a la siesta del lunes, cuando el Matador enfrente a Instituto. Sialle tiene la mira puesta en el crecimiento del equipo. Sabe todo lo que esto implica, pero es cuestión de tomárselo con la calma que viene pregonando desde que llegó a barrio Jardín.

“Yo estuve viendo los partidos de ellos y vienen bien. Instituto tiene un buen equipo. Han podido sobreponerse a la adversidad de los problemas institucionales”.

“Utilizar el mismo equipo es importante para seguir creciendo y tratar de mantener la regularidad. Tratar de hacer lo mejor y buscar el resultado”.

78 veces Sialle en Talleres. El técnico albiazul lleva dirigidos 78 encuentros. Ganó 38 partidos y empató 27. Sólo perdió 13 partidos. Muy buenos números los del DT albiazul.

Segundo partido "grande". Cacho en este tramo afrontó un partido de los “grandes” ante Independiente (empate 2-2) y llegan de voltear al puntero, Defensa (3-1), en su propia casa.

Cultor del perfil bajo. Sialle tiene una manera de conducirse. No es de hacer declaraciones explosivas. Ni se prende en la euforia de los éxitos. “Desdramatizar” también, su sello.

Renuevan el color de clásica rivalidad


La rivalidad la traen de cuna, del mismo barrio. Desde el 4 de mayo del 2009 no se miden de manera oficial y los últimos dos, fueron para la Gloria, 2-0 y 1-0. Pero la última, por la Copa de Verano 2013, quedó en manos de la T, por 2-0. Talleres se impuso en la final del ‘94, e Instituto le dio un empujón en el descenso al Argentino A. En torneos de AFA, los albiazules ganaron 20 partidos y los de Alta Córdoba 18, con 11 empates. De manera oficial, contando los enfrentamientos en la órbita de Liga Cordobesa, disputaron 218 encuentros. Talleres cantó victoria en 110 ocasiones (424 goles) mientras que Instituto lo hizo en 63 oportunidades (306), Igualaron 45 veces. De manera oficial, la T no gana desde 2007, con un 2-0.

El ascenso albiazul del ‘94, de primera. Oscar Osorio conecta en las alturas el 3 a 1 para la T sobre la Gloria. Final del Octogonal y ascenso.

Bombazo de Faurlín, todo albirrojo. En el 2009 Instituto se impuso por 1 a 0 por Alejandro Faurlin en Alta Córdoba. La T se iba...

Albiazules, copados en el verano. Con doblete de Gonzalo Klusener, Talleres venció a Instituto 2-0 en la Copa Córdoba 2013 en enero.