El titular del Fondo de Inversión, Rodrigo Escribano, resalta que de su gestión en Talleres, no rescata goles, partidos, momentos, sino el apoyo popular del hincha.

“Ser dirigente de Talleres es más que una responsabilidad, porque uno expone su carrera, su imagen, su salud y no todo es color de rosa. Es un riesgo importante, miedo a fracasar, pero cuando muchos sugerían que lo mejor era apartarse, con un grupo de gente dimos la cara. Y por eso, creo que ese sacrificio que nos trajo dolores de cabeza, hoy podemos decir que por el apoyo del hincha, hizo que todo valga la pena”. Rodrigo Escribano, presidente del Fondo de Inversión que hoy conduce a la entidad de barrio Jardín, también hizo su aporte a la hora de nombrar al Centenario. Claro, sin tanto desahogo, pero con la felicidad de estar presente en tan histórico momento. “Creo que es el corolario de todo un camino trazado que por momentos tuvo sus obstáculos pero que salió adelante. El levantamiento de la quiebra, la recuperación del club, el acto eleccionario, son momentos que los hinchas no deben olvidar. Hay que tener memoria. Hoy, cuando miro atrás, me quedo con eso. Con la gente, que sin dudas es fundamental en la vida del club, y con el trabajo de los que conforman la conducción, que trabajó desde el barro para sacar a Talleres adelante”.

- ¿Destaca algún momento en especial? ¿Algún partido, algún gol?
- No. En realidad, miro atrás y vuelvo a resaltar que lo más importante fue el apoyo y el esfuerzo que hicimos, puntualmente en el Argentino A. Por eso hoy podemos disfrutar de eso, de un amistoso con 60 mil personas en la cancha. Eso tiene Talleres. Gente que se involucró, al punto que muchos ex jugadores quieren ser parte de la fiesta. Es sentido de pertenencia. Eso es lo más importante, supera a cualquier alegría de un triunfo.

- El ascenso llegó justo para el Centenario, un año “rendondito”...
- Sin dudas, la celebración del Centenario hubiera sido un poco más triste en el Argentino A. Estábamos en una posición muy incómoda. Se dio justo en la B Nacional, con los 100 años de Talleres, y eso nos llena de satisfacción. Hay mucha gente que trabaja para que esto salga bien: dirigentes, fideicomiso, un juez, hinchas y jugadores. Todos conformamos a Talleres.

- ¿Hacia dónde va Talleres?
- Deportivamente, apostamos a seguir creciendo, soñamos con el ascenso, aunque sabemos que es un objetivo duro. Institucionalmente, está muy claro el rumbo: recuperación, acto eleccionario, autoridades elegidas por sus socios, respetando el estatuto, de manera democrática. Estamos en pleno resurgimiento, acompañado por ese fenómeno de manifestación popular que es la hinchada.