Fue 2-1 ante Alumni con dos goles de Gonzalo Klusener, en un partido bravo para los de Cacho Sialle en el Kempes. El 9 sigue muy afilado.

Klusener son ocho letras, un delantero, la salvación, un paquete de goles. GonzaloKlusener, de él se trata, es una parte de la realidad, un respiro, el grito sostenido. El tipo que alimenta a Talleres para que no sufra más de lo que sufre.

Anoche, en el Mario Kempes, el punta volvió a firmar los papeles de adopción: el tipo nacido en Oberá, Misiones, se hace cargo de todo y con sus dos goles le dio el triunfo 2-1 a la T sobre Alumni.

Klusener es instinto, oportunismo y definición. Mientras Talleres atrás se confunde como todas las mujeres infieles, adelante te pone fecha de casamiento: no duda porque tiene gol (y a veces juego).

Pero, sobre todo, a un 9 inteligente para leer el partido y la construcción de una jugada de posible riesgo. Y anoche, el tipo que supo mirar novelas brasileras de niño, armó dramas con las pequeñas sociedades. Esas que Flaco Menotti pregonó mientras fumaba y fumaba.

Porque no sólo se trata de embocarla: esperó la señal invisible de Agustín Díaz y picó justo para clavar el 1-1 a los 40 ante la salida del arquero Ezequiel Basabe.

Y el público se le vino encima. Klusener está imparable: lleva 11 goles en 13 partidos. Venia de meter tres el finde pasado, ante Gimnasia y Tiro y ayer apareció de vuelta. Y no quiere parar.

Te salva. En el complemento apareció de vuelta. Alcanzó con acomodar el pie tras el centro del Tin Díaz. La empujó a los siete minutos para dar vuelta la historia. El 2-1 significó cierta tranquilidad en Talleres. Otra vez él, Klusener, los brazos abiertos para recibir el saludo de sus compañeros, el apoyo de la gente, el gracias silencioso del DT Arnando Sialle.

Como será su estirpe goleadora, que los relatores de radio dejan de mirar el partido, cierran los ojos y gritan gol rompiéndose la garganta porque saben que fue de Klusener. Y la gente los mismo: se tira desde la Willington antes de que defina, no falla, generalmente ante los arqueros no falla. De jugada, penal o cabeza él se las ingenia.

La efectividad del ex Defensa y Justicia disimuló (a medias) las descompensaciones defensivas de Talleres, desajustes en el retrocesos y la marca. Pero ahí va la T, que ofrece las dos caras de una moneda que gira en el aire; que lo tienen segundo en la zona con 29 puntos, todavía curtiéndose para lo más difícil: la fase final donde el que más gana, asciende. No hay vuelta ni chamuyo.

Klusener es una verdad, pero también el maquillaje perfecto para salir bien en la foto. Aunque todos sepan que detrás asoman las arrugas, él se las ingenia para robar una sonrisa. No es cuestión de confiar sólo en él, detrás de todo goleador también sería bueno tener un gran equipo.

El dato. Máximo. Gonzalo Klusener vive un momento de esplendor con la red: metió cinco goles en seis días. En Salta, en la pasada jornada, consiguió su primer triplete. Y anoche, ante Alumni, un doblete. Lleva 11 tantos en el campeonato y está en la cima de la tabla de artilleros.