Salud a todo barrio Jardín. A ésos que se fueron hasta México a seguirlo por la Copa Libertadores, en el mítico estadio donde Diego Maradona hizo llorar a los ingleses y levantó la Copa del Mundo. A ésos que también viajaban en un rastrojero en pésimas condiciones a esos rincones donde nunca nadie imaginaba que podría existir una cancha de fútbol. O ésos que se levantan al alba para hacer la cola en busca de una entrada. ¡Cómo te castigaron Talleres! Vos que jugaste Copas, que aportaste jugadores a la Selección que logró el primer título mundial, que reivindicaste al fútbol del interior. ¡Si hasta un decreto tuvo que inventar AFA para mantenerte en los Metropolitanos! Hasta tuviste la suerte de ver debutar a Maradona, cuando apenas germinaba.

99 años. Viajes por África, Europa, un torneo de la Conmebol oficial, y con un titular en un Mundial juvenil, en Nigeria ’99. Ese mismo que hoy está de nuevo: Javier Villarreal. Tambien hubo época de ostracismo, con el peor descenso de todos: el institucional, aunque los nubarrones empiezan a despejarse. Mañana el socio volverá a su condición, para elegir autoridades, porque en todo este lapso infausto, la Justicia hizo de presidente del club. Amagaron con rematar los bienes, y a pesar de que se conservan los activos, el equipo milita en el Argentino A, pesadilla que ni el más pesimista hubiera imaginado, y mucho menos, sufrirla de esta manera. Pero la grandeza pasa por otro lado. Hay responsables, pero también existen los héroes. Levanto la copa por Willington, Valencia, la “Wanora”, Galván, Oviedo, Garay, Bevilaqcua, y don Amadeo Nuccetelli. Y sobre todo, para esos mártires que hoy serán homenajeados en la remera en el partido aniversario ante Nacional. No es uno solo, son varios, sos vos, son ustedes. Alzá tu copa, las leyendas nunca mueren. “No me importa la cancha ni la categoría, yo te sigo alentando, como toda la vida”, dice la canción. Gritala fuerte. Salud. Feliz cumpleaños 99 Talleres, ya falta menos para el siglo de grandeza.