En dos fechas, Talleres tuvo poco juego y terminó igualando en su estreno como local. Similar a los tres inicios anteriores.

Franco Olego gatilló, la pelota dio en Juan Mulieri y entró. No quedaba casi nada y Talleres solucionaba sus problemas de rodaje con ese tanto, proveniente de la pifia de Young, tras el centro de Gastón Bottino. Pero el asistente José Gonzalo levantó la banderita y el juez principal Miguel Mazzón anuló todo.

Olego, que hacía unos minutos había ingresado, no lo podía creer. Menos Arnaldo Sialle que se lo quiso devorar al asistente, quien temió por su integridad, sobre el costado de la platea.

Luego de la polémica sanción, los reclamos volvieron instantes después, tras el pitazo final que dejó el partido con Gimnasia y Tiro en un 0-0, en lugar del pretendido y tranquilizador 1-0. Sialle y varios jugadores de Talleres se fueron al trotecito a buscar a la terna arbitral. Los plateístas se enardecieron y la salida de los jueces debió demorarse hasta que llegó la protección policial.

La indignación hizo que la gente se focalizara más en Mazzón y compañía que en el equipo. Al final, hubo algunos aplausos, casi todos para Leandro Requena, quien había tapado dos pelotas de gol, también ovacionado cuando relevó a Diego Aguiar, que había sido igualmente figura al momento de salir por un pelotazo que dificultó su visión.

Lo que no cegó a los jugadores (“hicimos muchas cosas mal”, dijeron varios), ni a Sialle (que pidió las disculpas del caso por la reacción contra los jueces) ni a las 15 mil personas que fueron a la Boutique fue que, hasta el momento del gol anulado, Gimnasia y Tiro había sido mejor. Los arqueros albiazules fueron figuras y el visitante estuvo más cerca de cumplir sus objetivos de juego que Talleres. En determinadas acciones, Javier Villarreal y Albano Becica, por caso, no se parecieron a sus mejores versiones.

Qué pasa


“Nos estamos ensamblando”, dice Sialle. El DT sabe del potencial de su equipo. Pero también que hubo tiempo (los trabajos sólo tuvieron la interrupción del clásico con Belgrano) para que la puesta en escena mostrara un avance mayor. Eso, seguramente, lo incomoda, aunque esa sensación podría ser un poco más llevadera si le convalidaban el gol a Olego.

Los resultados, el 0-0 de ayer y el 2-2 ante Sportivo, terminan siendo buenos en relación a la calidad de su juego, pero resulta escaso para las pretensiones de ascenso. Es un comienzo difícil, como también pasó en los tres torneos anteriores, tras sus dos primeros juegos: 2009/2010, 1-2 con Juventud Unida (SL) y 1-1 con Racing (sobre la hora); 2010/2011, 1-1 con Racing (L) y 1-3 con Sportivo (V); y 2011/2012, 1-1 con Libertad (L) y 0-1 con San Martín de Tucumán.