Pudo ganar. Sí, pero también estuvo cerca de perder. La T no jugó bien y sólo empató.

Pudo ser una alegría de esas que se disfrutan el doble. De las que en más de una ocasión hacen descorchar algunas botellas para un festejo que se veía lejano. Y esa explosión del final que tuvieron los hinchas de Talleres con el gol anulado a Franco Olego hizo que los 17 mil se fueran con esa bronca de lo que pudo ser y no fue. Pero, el corazón del hincha, cuando analice todo el partido, se dará cuenta que pudieron tener todo pero también se podrían haber quedado sin nada. Porque Gimnasia y Tiro tuvo las mejores chances para ganar y, primero Diego Aguiar y después Leandro Requena, se hicieron grandes para que Talleres, por lo menos, pueda sumar un poroto más en este Argentino A.

El arranque del partido que tuvo el albiazul ilusionó. Gabriel Carabajal se hacía dueño de los ataques de su equipo, Javier Villarreal mandaba en el medio y parecía que la presión de ser locales iba a meter al rival en su arco. Pero no fue así. Apenas se acomodó en cancha, fue Gimnasia y Tiro el que empezó a encontrar espacios de contra. Los salteños llegaron dos veces. Primero, a los 11 con un cabezazo de Rodrigo López. Un minuto después, Aguiar le tapó el gol a Ceballos y Young remató desviado en el rebote.

Los muchachos de Sialle reaccionaron y tuvieron una clara. Fue a los 24 con Becica cabeceando desviando un centrazo de Carabajal. Pero Talleres fue eso y casi nada más. En el cierre de la primera mitad, la mejor imagen fue la del Albo salteño que le siguió manejando la pelota a la T.

Siguió igual. En el complemento, las cosas siguieron igual. A los 11, Aguiar tuvo “la” atajada del partido que le costó dejar la cancha. El pelotazo de Chaves le dio en el ojo cuando el uno tapaba la caída segura de su arco. El ingreso pareció reanimar a los locales que volvieron a llegar por Carabajal pero esa jugada fue aislada. Los salteños seguían siendo más y exigieron al arquero ingresado dos veces. Una, fue una pelota difícil de la Ceballos que obligó a la estirada del 12 local, a los 32 y, cinco minutos después, sus manos le ahogaron el grito a Zárate.

Sobre el final llegó la polémica. Porque, en un ataque aislado de Talleres, Olego mandó al fondo de la red un rebote después de un centro de Bottino. Todos gritaron gol pero el acertado banderín levantado de Gonzalo Pedro, el asistente 1, marcando posición adelantada al delantero transformó el grito desaforado en una bronca generalizada sobre la figura de la terna encabezada por Miguel Mazzón. Por esa jugada, Talleres pudo tener todo. Pero, en el balance final, también se pudo quedar sin nada. Sólo queda mejorar para lo que viene.

Uno X Uno


»AGUIAR (8). Tapó dos remates con destino de gol.
»CHITZOFF (5). Bien en ataque, flojo en defensa.
»BRÍTEZ (5). No pudo con los delanteros rivales.
»NIEVAS (4). Perdió siempre con Zárate.
»BAZZI (4). Poco en defensa, poco en ataque.
»CARABAJAL (6). Lo más desequilibrante pero intermitente.
»VILLARREAL (5). Empezó bien y se fue diluyendo.
»DÍAZ (5). Quiso ser primera puntada pero no pudo.
»BECICA (4). Flojo desempeño aunque tuvo la más clara.
»VELASCO (4). Jugó muy lejos del arco rival.
»KLUSENER (5). No tuvo chances de gol y por eso no brilló.
»REQUENA (8). Otro de los factores por los que no perdió Talleres.
»OLEGO (5). Tiene condiciones pero entró poco en juego.
»BOTTINO (5). Le puso un poco de cambio de ritmo al equipo.