Leyes, uno de los valores más destacados de la última temporada de Talleres, todavía lamenta la eliminación. “En este equipo se madura de golpe”, aduce el volante, quien tiene toda la ilusión de ascender.

El Argentino A todavía no culminó, por más que resta sólo la incómoda situación de las Promociones y Reválidas. Y Talleres, por tercera temporada consecutiva, se queda mirando desde afuera las definiciones por el ascenso. Una de las aristas rescatables a pesar de la frustración, tiene que ver con apariciones de varios juveniles del club que ya son realidad. Leandro Requena, Agustín Díaz, Nicolás Trulls, Fabio Álvarez, Claudio Francés y Nery Leyes, entre otros. Precisamente, Leyes es el apuntado en cuestión: de cuarto volante central, a ser figura en algunos partidos y de vital importancia en la coyuntura del equipo. Y sobre todo, porque asume su rol casi como un referente. “La verdad, cuesta digerir esto. A nadie le puede caer bien quedarse afuera y ver como se define sin Talleres ahí cerca. A la hora del balance no quedan muchos consuelos, más allá de que mejoramos, clasificamos, y dimos la cara hasta el final. Pero la verdad, sigo dolido”, explica Leyes, quien tiene dos años más de contrato y a pesar de ser sondeado por otras instituciones, seguirá en barrio Jardín.

- Éste fue tu mejor año, no se pudo coronar como querías...
- Y lo ideal hubiera sido ascender. Creo que fue buen momento para varios pibes del club, creo que en eso, la institución se puede quedar tranquila porque hay jugadores para rato. Más allá de eso, este club es muy grande y siempre vienen jugadores importantes a pelear por un lugar. Eso hace que no exista mucho margen de error, si no funcionás, quedás descartado.

- ¿Cuánto dura el duelo?
- Hay que dar vuelta la página y rearmarnos. Aprender de los errores. Estamos tranquilos porque dejamos todo en la cancha. Hay que ser pacientes, los resultados ya van a aparecer y confío en torcer este destino.

- ¿En Talleres se madura de golpe?
- Sí, no queda otra, yo no me siento insustituible, porque acá se necesitan respuestas. Este torneo exige que haya un mínimo de errores. Todos tenemos hambre de gloria y eso se nota. Por eso confiamos en cambiar la historia en la temporada que viene, porque los golpes nos ayudan a crecer y a mejorar. Porque este es un club enorme: cuando ganamos parece que esta todo perfecto pero cuando perdemos, los gritos se sienten desde lejos.

- El DT te tiene entre sus preferidos, ¿te sentís afianzado?
- Me fui consolidando, a base de regularidad. Éste es el torneo que más jugué, en base a la perseverancia que me permitió continuidad. Con respecto a (Arnaldo) Sialle, le estoy muy agradecido, no me siento entre sus favoritos, uno nunca puede confiarse.

- ¿A Talleres le faltó líderes?
- No creo que sea así, porque los jugadores que llegaron al club fueron de gran valía. Y lo que pasa en el vestuario, es algo que solo nosotros sabemos. Creo que es relativo eso de tener como necesidad un caudillo, porque a pesar de que sin dudas es trascendente para mantener armonía y no desviarnos del objetivo, creo que Talleres tiene muchos jugadores dispuestos a dar la cara. Ningún referente garantiza el resultado, pero siempre es positivo tener alguien con esas características.