Albornós será el técnico del primer equipo de la Liga Cordobesa, después de haber sumado logros en inferiores. Habló de sus referentes, estilos de juego y sueños.

La cantera de Talleres además de incentivar la promoción de juveniles para nutrir el primer equipo, también le asignó la creación de sus propios entrenadores. Y en ese lote se puede ubicar a Daniel Albornós, quien recientemente se consagró campeón al frente de la 4ª categoría que compite en la Liga Cordobesa de Fútbol. Ese premio a su vez le cayó con un enorme reconocimiento, porque ahora fue designado para hacerse cargo de la Primera Local. Y desde el Fondo de Inversión, lo tienen catalogado como un importante baluarte de cara al futuro, considerando que tiene formación y perspectivas para algún día, conducir el plantel profesional. “Estoy muy contento con esta posibilidad. Es gratificante, un verdadero desafío y estoy muy ilusionado. Siempre fui de menor a mayor, nunca me desesperé y trabajé en silencio, con tranquilidad, haciendo carrera con esta vocación que tengo. Llevo cuatro años y medio en el club, y estoy agradecido a los que confían en mí, espero no desentonar y voy a trabajar con toda la responsabilidad”, cuenta la “Chanchita” a PODIO, con una sapiencia y prudencia no muy habitual en el mundo de las Divisiones Inferiores.

Su arribo. Albornós tuvo un retiro anticipado en el fútbol, porque con apenas 31 años, en Sportivo Belgrano de San Francisco, al no soportar más los dolores en su rodilla, dijo adiós a la pelota. Pero esa puerta le abrió una ventana, porque inmediatamente inició el curso de técnicos. De la mano de Hugo Castillo, trabajó dos años en el club Banfield de Córdoba, hasta que en 2008 recaló en Barrio Jardín. “Me llamó Raúl Peralta, quien era coordinador en ese entonces, cuando el estaba gerenciando Carlos Ahumada. Empecé con la 9ª de AFA, con chicos de 13 y 14 años, pudimos salir campeón en Liga Cordobesa. Me estoy capacitando permanentemente, con sacrificio, paso a paso, siempre llega la chance. Quiero agradecer a Banfield, por abrirme las puertas y ser mi primera experiencia”, cuenta Albornós con mucha gratitud.

- ¿Tenés algún DT como referente?
- De cada DT que tuve, saqué algunos conceptos. Aprendí con Ricardo (Gareca), de (Sergio) Batista y de (Mario) Zanabria. Daniel Teglia, en Racing, era muy pensante y ejercía bien las pelotas paradas. José Pekerman en el Sub-20 me dejó mucho. Tengo admiración por el Zurdo (Jorge) Zampaoli, tiene un estilo ofensivo que convence. Pero quiero formar mi propio perfil y tener mi identidad. Esto se nutre día a día, con mucha dedicación.

- En un DT, ¿qué pesa más táctica o mensaje?
- Las dos cosas. Hoy por hoy, más allá del desarrollo futbolístico, hay que saber incorporar el manejo de grupo. Es fundamental a la misma altura de la construcción del juego y la táctica. Una charla, un consejo, vale tanto como la estrategia en una pizarra.

- ¿Cuál va a ser tu estilo?- Me gustan los equipos equilibrados. Más allá de que todos queremos un equipo ofensivo, llegar con gente al ataque, es importante no perder el orden. Me gusta inculcar un sistema que presione al rival en su campo y que tenga rápida recuperación del balón. Generar a través de la tenencia, del control y la rotación.

“Desde que llegué a este club conviví con presión”


- No es lo mismo dirigir juveniles que la Local, ni el plantel superior, ¿cómo estás preparado para afrontar la presión?
- Desde que llegué a Talleres, a los 10 años, aprendí a convivir con eso. En Talleres, el jugador siempre vive presionado. Primero por ascender en el ’98, después para ganar la Conmebol. Este club te lo exige permanentemente y quien no esté preparado, no puede vestir esta camiseta. Hay que saber asimilarlo. Y como entrenador, la situación no va a ser distinta, hay que ser consciente de eso.

- ¿El sueño es dirigir a Talleres?
- Yo vivo mi realidad, más allá del sueño. Hoy me convocaron para sumar puntos en la Primera Local. Sé donde estoy parado. Me estoy formando, paso a paso fui creciendo y no pienso en otra cosa. Me enfoco en la tarea que me encomendaron. En un futuro se verá, yo siempre me voy preparando.

- Dicen que poner técnicos del club a veces es “crucificar a los ídolos”...
- Son las reglas del juego, es difícil pero lo peor es no intentarlo. Yo no creo del todo en esa frase, en River dirige Matías Almeyda, en Rosario Central está Juan Pizzi, y están haciendo buenas campañas. Son del riñón del club y eso suma, porque conocen y sienten más que nadie las obligaciones y necesidades.

Virtudes como persona y entrenador

Por Ernesto Salum, miembro del Fondo de Inversión

Cuando me enteré la decisión del gerente deportivo Maximiliano Salas de nombrar a Daniel Albornos como DT de la Primera Local me alegré muchísimo, porque tiene enormes virtudes tanto como hinchas, como persona y como DT. Porque acá en Talleres inició su camino en las categorías más bajos, y tuvo un crecimiento refrendado con títulos que le permitieron crecer y no tengo dudas que va a dar que hablar, y que muy pronto lo veremos con mayores responsabilidades. Es una persona honesta que trabaja coherentemente, siempre busca capacitarse y se preocupa por su formación. Además, es un gran hincha de Talleres, fue referente en su época de futbolista, y seguramente sabrá inculcarle a sus dirigidos todo su aprendizaje y sabiduría para jugar con esta camiseta que tanto pesa.

Confío plenamente en sus condiciones. Es un placer verlo crecer, como la cosecha nuestra, porque fue elegido y apadrinado por esta gestión. Tanto su crecimiento como el de Salas, me ponen contento. Es que en los dos depositamos gran parte de nuestras decisiones y estamos más que conformes con ellos, pese al poco tiempo que llevan de trabajo. Con dedicación y compromiso, lograron crecer y sobresalir, y eso es muy importante.