Pasó la T; Racing, afuera. Fue 1-1 y los albiazules están en la semi por una Promoción gracias a la ventaja deportiva.Con lo que hay que tener: huevos. Con lo que hay que luchar: barro. Con los que asustan por detrás: los fantasmas. Con los que alumbran el camino. Ese angelito de la guarda que se quedó solo en Bº Jardín. Encima lo quisieron tapar de barro en el Jardín.

Porque eso fue Talleres. La construcción desde su propio fango. Batallando. Sin ideas claras. Pero buscando. Y por eso le arrebató el sueño y la hazaña a un Racing digno e inteligente.

Que tras el segundo 1-1 se quedó en el camino de este Argentino A, ya pensando en la próxima temporada. Es que Talleres sabe de por sí lo que es ese barro. La semana había sido tan pero tan caliente, que cualquiera se daba con cualquiera.

Lo hizo el presidente Antonio Ruiz que fue elevando la temperatura entre las dirigencias hasta sentenciar: “Nos embarran la cancha”. La tragicomedia de la pelotasiguió con los duelos verbales entre Marcelo Bonetto y Arnaldo Sialle. Los entrenadores se chicanearon tras el 1-1 del domingo. Fueron horas de lenguas de fuego.

De eso de buscar más allá. Condimentos que le dicen. “Nos quieren meter en el barro”, acusaban desde Nueva Italia. Pero la cosa fue eso mismo. Una pelea palo y palo. De lodazal. Racing trató de jugar y lo hizo bien. Talleres, con garra e ímpetu.

Un gran negocio. Fue un gran negocio para la Academia ese PT. Nada distó de aquel partido del domingo. Los síntomas fueron idénticos. Talleres cayó en su nerviosismo y la Academia se aferró a su simpleza en el juego.

Supo acelerar desde una pelota parada, con un centro que envió Rubén Molina y que resolvió de cabeza Noce para el 1-0 a los 13 minutos. Racing le cerró el grifo del juego a la T.

Escalonó marcas sobre los de afuera, los que más saben: Gabriel Carabajal y Fabio Álvarez. Lució con una concentración bielsista en el medio. Relevos, toques y apretar marcas. Talleres se envolvió de nervios y nada más.

En el complemento fue un calco todo. Pero la T se metió en campo rival y buscó como pudo. Como será que terminó con tres de punta: Sáez, Riaño y Olivera. Godoy había sido una máquina. El 1 académico voló espectacular para tapar a Sáez de cabeza y tiro libre de Carabajal.

Empujaba la T y Racing aguantaba y resistía. Pero Olivera miró, le gustó y probó. Y allá fue el 1-1 a los 40m del ST, tremendo. Era el final. El Kempes se derrumbaba. El barro era de Talleres, allí donde se hundió Racing, allí donde se cocinó el pase a semis.

6º duelo. Esa cantidad de veces se enfrentaron en la temporada. Ganó Talleres en tres ocasiones. Perdió sólo una.

La figura. Alexis Olivera. Mejor imposible su ingreso. Logró el empate a los 40 minutos del segundo tiempo y se transformó en el héroe de la jornada para Talleres, que lo había utilizado poco desde que lo contrató en enero de este año.

El árbitro. Ariel Montero (bien). No tuvo inconvenientes en resolver el trámite del partido, incluso estuvo bien en la decisión de la expulsión de Carrasco, por doble amonestación.

El domingo, Crucero


Talleres sabe que en semifinales por una Promoción se las verá con el áspero Crucero del Norte.

Es que anoche, en Misiones, Crucero del Norte venció 2-1 a Juventud Unida Universitario de San Luis y, como también había ganado 1-0 de visitante, logró el pase para enfrentar a Talleres.

Crucero mantiene el 1 para las llaves que se vienen por lo que siempre tendrá la ventaja deportiva además de definir en condición de local, al menos hasta la Promo.

Es decir que la T será local el domingo, en hora a confirmar, y que luego deberá definir en Misiones el miércoles, seguramente por la noche.Para que quede claro, Talleres debe ganar al menos un partido para avanzar a la final, donde enfrentaría al ganador de Sportivo Belgrano-Santamarina o Racing de Olavarría.