El “Polaco” se recuperó de una pubialgia y concentrará por primera vez en el banco de suplentes en 2012, el viernes ante Unión de Mar del Plata. “Siento mucha felicidad, me perdí la parte más importante”, graficó.

Las innumerables bajas y las situaciones desafortunadas fueron constantes a lo largo del año en Talleres. Uno de los que sufrieron esos momentos infaustos fue el volante Emiliano Gianunzio. El volante, uno de los indiscutidos del plantel, sufrió un desgarro en enero pasado en un amistosos de Juniors, y apenas se recuperó, padeció una pubialgia que lo tuvo a maltraer por casi dos meses más. Tuvo que perderse los tres meses de actividad, no participó de la última etapa del torneo regular y del Undecagonal también. Ahora, de cara al último duelo ante Unión de Mar del Plata, el “Polaco” está entre los concentrados por primera vez en el año, circunstancia que le provoca felicidad. “Siento una alegría enorme volver a sentirme útil para el equipo. El otro día hice 20 minutos de fútbol, hoy (por ayer) metí casi una hora, así que me estoy sintiendo a pleno. Espero poder ayudar al equipo”, cuenta a PODIO con una alegría desbordante Gianunzio. Su último duelo había sido ante Central Norte en Salta, en diciembre pasado.

- ¿Cómo te sentías en lo fubolístico?
- Lógicamente que me falta ritmo pero me sorprendí a mí mismo por cómo me pude de senvolver en la última práctica. Casi no me molesta, tengo apenas un mínimo dolor pero no será relevante como para no poder jugar. Fue mucho tiempo sin poder jugar, eso el cuerpo lo siente y pasa factura pero la verdad, estoy conforme.

- ¿Qué te ayudó a sobrellevar todo este tiempo sin jugar?
- Mi familia, mis amigos, el apoyo de los hinchas. El técnico me dijo que me tenía en cuenta, me fue respaldando y sin dudas todo eso ayuda. Uno siempre quiere jugar y participar. Me perdí la parte más importante del campeonato. Por poco se nos escapó el ascenso directo pero este grupo siempre la pelea hasta el final, vamos a ir por todo ahora por la Promoción...

- ¿Lo padeciste?
- Sí, es tremendo, no me había nunca lesionado de esa manera. Afuera se sufre mucho más. Yo vengo ahora por mi revancha, llevo dos años en este club, y el año pasado se nos escapó por poco. Quiero estar siempre disponible. Es feo cuando no tenés participación.

- Como referente, desde afuera también te toca aportar...
- Sí, somos un grupo sano, soy de los más grandes de edad y siempre tiré para el mismo lado. En estos momentos el desafío es superar el nerviosismo, y por mi experiencia, trato de transmitir lo que aprendí en tantos años de carrera.

- ¿De quién te vas a acordar si te toca entrar?
- De mi mujer que me mira la cara todos los días. Estuve de malhumor, con mucho desgano y la familia, mis padres, me ayudaron a soportarlo. Los hinchas también, por las redes sociales o en la cancha misma, me reconforta saber que al menos dejé algo.

- Ahora, vas a tener que ganarte un lugar...
- Por supuesto, nunca tuve privilegios. Empiezo de cero y la voy a pelear como todos. Si no me toca estar, voy a apoyar desde donde me toque, y si tengo que entrar, lo tengo que aprovechar. Nadie tiene el puesto asegurado. Esto es fútbol y no hay reglas, cada uno se gana o se saca del equipo.