Unos 450 simpatizantes se aguantaron las 40 horas de viaje. Quisieron defender a sus dirigentes y fueron agredidos por la Policía.

La presentación de Talleres en Misiones contó con la concurrencia de 450 hinchas, la mayoría de los cuales se animó a recorrer los 2.400 kilómetros (1.200) y aguantarse casi 40 horas de viaje.

Los hinchas que llegaron desde Córdoba recibieron el refuerzo de los integrantes de la filial misionera de Talleres.

La tarde no transcurrió tranquila precisamente ya que antes del juego, hubo algunas escaramuzas con los parciales locales, y más tarde, con la suspensión determinada por la agresión al DT Arnaldo Sialle, volvieron los enfrentamientos.

Un hecho que sólo ameritó la represión a los parciales visitantes. El clima previo se fue caldeando en la semana porque en el partido de diciembre pasado, fueron pocos los simpatizantes de Crucero que pudieron ingresar.

Sus mismos dirigentes se quejaron de que la Policía no dejó entrar a cerca de 150 de sus parciales porque identificó a 20 de Instituto que tenían prohibición de concurrencia por líos protagonizados con la hinchada de Talleres en un amistoso.

Contra los dirigentes. “Nos arrojaron piedras. Una de ellas le dio a José Maslub, en el abdomen, también inversionista del Fondo. Por eso reaccionó la barra de Talleres contra la de Crucero que nos tiraba de todo”, contó Ernesto Salum, accionista del grupo que administra Talleres.

“La policía reprimió a la gente nuestra. Yo mismo hablé con el jefe policial para que pararan y así evitamos un problema mayor. La dirigencia de Crucero nunca apareció. Nos pusieron atrás de un arco, a metros de la barra local. Increíble. Tanto como la agresión al DT”, agregó Salum.