La “T” falló en defensa y lo pagó. En la reanudación del torneo, los albiazules jugaron mal y Gimnasia y Tiro lo aprovechó. Perdió 4-2 y sigue lejos de la clasificación al undecagonal. Las calificaciones de varios jugadores no llegaron al “3”.

La alocada carrera que lleva Talleres por llegar a zona de clasificación en el Argentino A lo colocó anoche ante una nueva final, frente a Gimnasia y Tiro de Salta y terminó perdiéndola 4 a 2.

La caída lo dejó con un partido menos en el camino a la Segunda Fase. Aturdido por los silbidos de su gente, que se fue decepcionada por haber visto en campo a un equipo cargado de impotencia anímica y futbolística. Y lo mostró como un conjunto incapaz de torcer una historia que se escribió a fuerza de sus propios errores.

El equipo de Sialle, no pudo hacer pie de principio a fin, tanto fue así que el rival remató por primera vez sobre la valla de Etulain a los 23 y el tiro de Navarro, tras rebotar en Rezzónico, se transformó en el 1 a 0.

El capitán, quien jugó un partido especial, cuando logró el empate pareció colocar a los albiazules en carrera por el triunfo. Pero la visita le adormeció el juego y en campo la sensación era que en cada contra podía marcar. Pero el salteño es un equipo sin potencia en los metros finales y aunque tuvo los espacios, no los aprovechó.

En el segundo tiempo el terreno y el balón fueron para el local, pero otra vez se equivocó seguido a la hora de intentar colocar un jugador en posición de gol. Pereyra no fue el conductor deseado y por los costados nunca llegó con sorpresa.

En medio de ese panorama comenzó el concierto de errores. A la floja disposición táctica de los tres de atrás, se le sumó un pase débil de Romat hacia su arquero que terminó con el gol de Laffatigue.

Talleres se desordenó del todo y trató de hacer lo que podía para llegar sobre Valdiviezo, quien “canchereó” el partido y lo manejó ante la pasividad del árbitro.

Otra falla atrás, entre Pomba y Etulain, permitió que un toque de Chávez fuera el tercero del visitante y el estallido en silbidos de la gente. Impotente y derrotado por sus propias falencias, la “T” alcanzó otro descuento a dos minutos del final, pero allí nomás, la defensa siguió dando ventajas y Romat le hizo penal a Gil, que Godoy transformó en el cuarto tanto del “Lobo”.

El partido llegó a su fin con la imagen de un Talleres vencido en la primera final del año jugando mal y dando demasiadas ventajas en todos lados. El rival se llevó el premio mayor, por haber sido más calmo que su adversario y por saber que el error ajeno se puede facturar.