El presidente del Fondo de Inversión de Talleres no se calló nada: contó su balance, perspectivas, avances institucionales, y otras cuestiones inherentes al Albiazul.

Cansado, pero no resignado. Así se presenta Rodrigo Escribano en la Boutique. El titular del Fondo de Inversión hizo un balance de 2011, pero igual, aclara que no está dicha la última palabra y augura un mejor porvenir para el albiazul en 2012: “Deportivamente es la gran deuda, no hago reflexiones finales porque el torneo no terminó. La realidad es que no tenemos la receta mágica que garantice el ascenso, y solo nos basamos en el trabajo y en el compromiso. Considero que de esa forma el éxito tarde o temprano tiene que llegar”, cuenta Escribano.

- ¿Qué evaluaciones puede hacer?
- Sin dudas hay refuerzos que no han rendido de la manera esperada. Esto es fútbol. Hay equipos que se arman de la nada y terminan siendo protagonistas. Pero no es fácil sostener esa realidad. Si uno trabaja ordenado, es más fácil de sostener. Cada frustración se convierte en una mochila muy pesada, la presión se siente.

- El momento deportivo, ¿No te permite disfrutar de los avances institucionales?
- (Arnaldo) Sialle nos dijo que pocos clubes de Primera y de la B Nacional tienen la administración de Talleres. “Este año, el otro, o el otro, se les tiene que dar”, repite. Pasa que yo fui hincha y entiendo lo que se siente. Las urgencias no nos permiten quedarnos con eso solamente. Son las reglas del juego: a los insultos y a los elogios hay que tomarlos con inteligencia y no dejarse invadir. Creo que necesitamos salir desde abajo, potenciando las inferiores, que van a ser productos genuinos. Tenemos que hacernos fuertes ahí.

- ¿Cómo tomó la colaboración deportiva del núcleo del ex dirigente Horacio Manzur?
- No la conozco. Ningún tipo de ofrecimiento llegó a mis manos. Desconozco los alcances, hubo una charla informal y sin mi presencia.

- Te tocó aprender a ser dirigente a la marcha, ¿Cómo se sobrelleva?
- Yo estoy acá porque estoy acostumbrado a trabajar con empresas en crisis. Sin recursos y gente molesta. Pasa que ninguna de esas me vincula tanto afectivamente como Talleres, por eso soy tolerante a los cuestionamientos. La gente tiene que entender que estamos en el barro. Es algo coyuntural, pero estamos obligados a responder.

- ¿Qué destaca del proceso?
- En Vélez, Lanús, Boca, un día tomaron la decisión y trabajaron en ese aspecto. A encaminar el rumbo desde abajo. No quiero gastar lo que no tenemos, endeudarnos, volver a quebrar y caer al barro. Porque sino, no habremos aprendido nada. Hay que poner plata donde se crece. Y en Talleres, era hora de que alguien diera la cara y tomara esta decisión. Para después, apuntar a tener un predio de primer nivel, un plantel exitoso, como Vélez, Lanús y Boca. Algún día hay que empezar y nosotros dimos el primer paso. Eso permite un sistema de control, que evita la corrupción, los desmanejos y deja un club transparente. Eso queremos y a eso vamos.

“No subestimamos”. Uno de los tantos cuestionamientos que se le reprocha a la dirigencia y al hincha de Talleres en general es la “soberbia” y esa costumbre de pretender ganar “con la camiseta y la historia”. El presidente del Fondo, Rodrigo Escribano, no le esquivó a esa crítica: “No subestimamos. Creo que hubo desconocimiento de todos los hinchas de Talleres. El día que descendimos, no sabíamos realmente con qué nos íbamos a encontrar. La realidad es dura: cancha complicadas, árbitros de pésimo nivel, rivales desconocidos que sí tienen información tuya. Caímos a medida que fueron pasando los partidos y cuesta aceptarlo”, contó el titular de la conducción.

Para cerrar, dejó su postura: “Quedan cinco partidos en Córdoba, nos jugamos con todo a clasificar. Hicimos un importante esfuerzo económico para traer los refuerzos, apuntando a que cambie el panorama”.

“En el fútbol existen variables económicas. Si Talleres gana, la curva asciende y si pierde, desciende. No podemos calcular de antemano cuántos partidos vamos a ganar, cuántos perdemos y cuántos empatamos. Es imposible”.