El defensor ya es refuerzo formal de Talleres, y contó que puede jugar de líbero y como de doble cinco. “Si me preguntan cuál es mi lugar natural, no sabría qué decir”, sostuvo.

El puesto fundamental por reforzar en Talleres es la defensa, sector más vulnerable del equipo a lo largo del primer semestre. El elegido para esa zona crucial fue Nicolás Ballestero, de último paso por Cipolletti. No tiene grandes pergaminos, pero el DT Arnaldo Sialle lo conoce tras su paso por Brown de Puerto Madryn, e insistió para que se concrete. Ballestero (28 años), puede desempeñarse en la defensa como en el mediocampo, incluso ante Talleres, en el apoteótico 5 a 1 que el conjunto Patagónico le propinó al albiazul, lo hizo en esa posición. “Con “Cacho” jugué de muchos puestos, al punto que si me preguntan cuál es mi lugar natural, no sabría qué decir. Ese día fui doble-cinco. Muchas veces, con línea de tres en defensa, fui líbero, y zaguero con cuatro defensores. Por suerte puedo adaptarme. Siempre quiero estar. Esa noche, la verdad, fue tremenda, la que nos encaminó al ascenso”, recuerda el zaguero, oriundo de Bahía Blanca.

- Ese partido, denotó la ansiedad que se vive en Talleres...
- Talleres es un club grande y los tiempos son rápidos. Recuerdo que al principio se nos vinieron como un vendaval, pero después nos tranquilizamos y jugamos con la desesperación de los jugadores y de la gente también, que exigía permanentemente a sus jugadores, los apuraba. Afortunadamente esa noche nuestro arquero (Sebastián Pereyra) atajó como para ir al Mundial.

- Hoy Talleres no está en clasificación y el tiempo se acorta...
- Talleres no está en la mejor ubicación y necesitamos ganar. De local no se nos puede escapar ningún punto. Éste es un club grande, donde no hay posiciones intermedias, siempre se exige lo máximo. Pero siempre seduce una camiseta como ésta. Era un sueño, por eso, hablé con el dueño de mi pase (Carlos Ahumada, ex gerenciador de Talleres y enfrentado con la actual conducción) y le transmití mi deseo de venir. Hubo acuerdo y acá estoy, para dar lo mejor.

- ¿Qué impresión tenés del momento?
- No va a ser fácil. Tenemos que hacernos fuertes y jugar a muerte. No queda otra. Me quiero acoplar rápidamente al equipo y sumar confianza, que es la base de todo éxito. En Cipolletti estuve lesionado gran parte del torneo, pero ahora que estoy bien, voy a dejar todo.

Lesionado por un regador. El Argentino A tiene “perlitas” y aventuras de todo tipo. Una de ellas le tocó vivir (o sufrir) al defensor Nicolás Ballestero, que no tiene desperdicio. “Este último semestre no tuvo mucha actividad por una lesión insólita. Como la cancha de Cipolletti estaba en pésimo estado, utilizamos de localía el estadio de Unión Progresista de Allen. El dilema es que esa cancha no tiene los regadores enterrados, entonces, una vez, ante Unión de Mar del Plata, no lo pude esquivar, me frené con un regador y me esguincé el tobillo. Disputamos un solo partido en Cipolletti pero como habían habilitado el césped sintético, pero sin caucho ni nada, era contraproducente jugar ahí porque me iba a resentir de la lesión. El médico me lo prohibió. Era gravísimo para todos jugar, era como el asfalto”, recuerda con humor Ballestero.

Lesionados. Los defensores Federico Pomba y Nicolás Trulls, ya se encuentran recuperados de una distensión de ligamentos y un desgarro, respectivamente y ya entrenan con normalidad. Ayer se sumó a entrenar el otro refuerzo, el delantero Alexis Olivera.