El volante disfrutó de haber sido el héroe de la victoria de Talleres el sábado.

Tuvo el sábado su noche de gloria, esa que todo jugador desea disfrutar y más si se trata de un defensor.

Guillermo Cosaro (22) le metió dos goles de cabeza a Sportivo Belgrano –lleva ocho, dos en el pasado Argentino A y seis en el presente– que le permitieron a Talleres conseguir una victoria que lo encaminó en la puja por el ascenso en el nonagonal.

“Me está tocando hacer goles importantes, pero antes del partido ni se me cruzó en la cabeza meter dos”, dijo ayer el defensor, premio Estímulo Mundo D 2010, nacido en Laboulaye, desde donde llegaron sus padres, Carla y Juan, sus hermanos Martín y Marina y su abuela Blanca, para verlo como titular.

Con ellos y Florencia, con quien lleva tres años de novio, compartió ayer un almuerzo especial, sin dejar de atender el celular del que brotaban felicitaciones.

Pero Cosaro no se la cree. “Los dos goles no me aseguran la titularidad ante Central Norte. Estoy acostumbrado a pelearla”, admitió el zaguero, que puede ser central, stopper, lateral y volante central o por un costado.

–¿Por qué después del primer gol te abrazaste con el kinesiólogo Pablo Renzi?
–Me había dicho que me iba a quedar una para hacer un gol y se dio dos veces. Por ahí la pega con los pronósticos.

–Pero tus goles no fueron fruto de la casualidad.
–Siempre practico definición y cómo llegar al gol con pelota detenida. Hoy muchos partidos se deciden así.

–¿Cuál fue la misión que te encomendó Coleoni?
–Estar bien cerca de González Tapia y controlarlo. Y después, cuando tuviéramos la pelota, asociarme con Cristian (Zárate), para llegar por afuera o al área. Los dos córners que me metió para los goles fueron increíbles.

–Pero terminaste atacando más que defendiendo.
–“El Sapo” pensó que esta vez que tenía que armar el equipo pensando en las características del rival. Por suerte salió bien. Sportivo es un rival muy difícil. Creo que junto a Brown de Madryn sigue siendo un candidato al ascenso, obvio después de nosotros.

–¿Qué hubiera pasado si perdían?
Sportivo nos hubiera sacado seis puntos de distancia y se nos ponía muy difícil. Por eso jugamos como una final, presionándolos en toda la cancha.

–¿Cuál es tu estilo?
–Siempre me gustó mirar al arco del frente, pese a que en inferiores jugué de volante central. Ahora me acostumbré más a jugar de marcador central.

–¿Le tiraste presión a Coleoni para que ante Central Norte sigas como titular?
–Los dos goles no me aseguran para nada que vaya a ser titular. Estoy acostumbrando a pelearla siempre y trabajar en el día a día para mejorar mi nivel. Nos ayudará mucho que Coleoni los haya dirigido.

–¿Qué cambió en el equipo con la llegada de Coleoni?
–Nos dio la confianza que nos estaba faltando.

–¿A la cancha salís con mentalidad ganadora?
–Sí. Salgo en cada partido con la cabeza puesta ciento por ciento en ganar.