El Héroe Albiazul. Díaz había ensayado tiros libres un día antes, en el mismo arco donde le clavó el golazo a Maipú.

Tarde del sábado en Mendoza. No hay ni un alma en la cancha de Andes Talleres. Apenas están ellos. Los jugadores y el cuerpo técnico albiazul haciendo el reconocimiento del terreno. El DT Arzubialde dialoga con sus pateadores. Sabe que la pelota parada puede ser un elemento clave en un piso tan desparejo. Tan maltratado. Agustín Díaz prueba una vez y la pelota se va besando el travesaño. Va de nuevo el Tin y, una vez más, el balón sale pidiendo permiso. Pero el tercer intento será el vencido. Esta vez sí, el 10 la clava en el ángulo.

Tarde del domingo en Mendoza. En esta oportunidad la cancha de Andes Talleres luce bastante poblada. Con mil hinchas de la T viendo cómo el Tin Díaz acomoda la bocha ante un tiro libre de cara al mismo arco del sábado. Uno, dos, tres pasitos atrás, derechazo y golazo del Matador. El volante de 22 años repite aquello que probó 24 horas antes y decreta el triunfo 1-0 de Talleres sobre Deportivo Maipú. Un triunfo que le permite seguir siendo único puntero en la Zona 2 del Torneo Argentino A. Un triunfo de visitante que se les venía negando a los de barrio Jardín.

Tarde del lunes en Córdoba, más precisamente en Carlos Paz. Todavía hay olor a lluvia en la villa serrana cuando Díaz atiende el llamado de Día a Día, luego de compartir un almuerzo con su novia y sus viejos. “Son los que me apoyan siempre. Mi gente incondicional”, cuenta el héroe del fin de semana.

Y ese mote de héroe no le queda para nada grande al 10. Porque hacía más de seis meses que no era titular. Y porque, además, llevaba un año y tres meses sin anotar un gol desde aquel que le convirtió a Racing en un clásico jugado en octubre de 2009 (goleada 3-0 del Matador).

“Fue un desahogo muy grande para mí. Este gol me llena de confianza. La verdad que me vino muy bien para sacarme esta pequeña mucha que tenía encima y lo más importante fue que sirvió para que ganemos”, manifestó Díaz, quien suma cinco tantos en 39 partidos disputados con la casaca albiazul.

¿Fue el primer gol que el Tin clavó de tiro libre? En primera sí. Pero ojo, en inferiores de AFA ya había embocado algunos bochazos similares al ángulo. “Metí tres más o menos. Uno a Colón, uno en un clásico con Instituto y el otro no lo recuerdo bien. Son goles especiales. Uno siempre los guarda en la memoria porque meter un tiro libre no es algo que pase todos los días”, contó el volante.

Pero más allá del gran gesto técnico que mostró en esa jugada en particular a Díaz se lo vio enchufado. Con mucha movilidad y precisión pese al pésimo estado de la cancha. “Me sentí bien físicamente y también con la pelota. La verdad que el partido parecía uno de la Liga Cordobesa por cómo se metía. Se jugó muy fuerte. Es más, la cancha me hacía acordar a la de Argentino Peñarol”, sostuvo.

Y el que debe andar chocho con la actuación del enganche es Héctor Arzubialde. Es que al DT le vienen respondiendo todos los jugadores que se juegan sus fichas desde el banco. Pasó con Claudio Riaño primero. Pasó con Ramiro Pereyra hace unos meses. Pasó con el Bati Aranda hace apenas una semana. Y pasó con Díaz este domingo. “El grupo humano es bárbaro y se mantiene siempre motivado. Por eso los que entramos también cumplimos. No es casualidad. Yo creo que los planteles que se hacen fuertes ante las adversidades son los que consiguen cosas grandes”, manifestó.

El golazo del Tin se veía venir. Nació el sábado con aquellos ensayos en el estadio vacío. Se materializó el domingo para darle una victoria tremenda a la T.