Víctor Cejas será operado de los meniscos y despierta una señal de alerta tras las lesiones de Ramiro Pereyra, Jeremias Zenón y Walter Ribonetto. El PF de Talleres, Martín Audano explicó cada caso. “No hubo sobreexigencias”, adujo.

La enfermería de Talleres está de guardia. No hay descanso. Cada semana hay jugadores en duda por lesiones menores, fatigas musculares y otras disminuciones físicas, pero llama la atención la gravedad de los últimos pacientes que trató el cuerpo técnico. Sobre todo con Víctor Cejas. El volante padece una rotura de meniscos de la rodilla izquierda, con un leve compromiso ligamentario que le produjo rotura parcial, y por ende, deberá ser intervenido quirúrgicamente y su recuperación le demandará entre cinco y seis meses.

La semana pasada, se confirmaron dos pésimas noticias. Primero, con el juvenil mediocampista Jeremías Zenón, con rotura de ligamentos cruzados de rodilla izquierda, y después el enlace Ramiro Pereyra, con la misma lesión. Lo de Pereyra incluso fue más traumático, ya que apenas jugó cuatro partidos tras superar una luxación en el hombro de la rodilla derecha.

¿Hay alguna explicación? El preparador físico del plantel superior, Martín Audano, expuso su postura a LA MAÑANA. “A todos nos tomó por sorpresa. No queremos quitarnos de encima la responsabilidad, pero las últimas lesiones fueron producto de un traumatismo o una contusión, situaciones proclives a la dinámica imprevista del juego. Hicimos todos los pasos convenientes en materia de prevención. Nunca en mi vida pasé por algo similar”. Sobre las circunstancias particulares de Pereyra y Cejas, comentó: “Los dos futbolistas fueron golpeados en el partido ante Racing, descansaron y se recuperaron en los tiempos previstos. No hubo sobrecargas. Y eso que fueron reemplazados en el primer tiempo. Durante la semana, respondieron a las exigencias sin inconvenientes. Probamos y esperamos hasta último momento”. Además, agregó que no hubo sobreexigencias ya que no hay en el plantel mayores inconvenientes en la faceta muscular.

Actualmente, el único jugador que está al margen del partido del domingo ante Juventud Unida de San Luis es Ribonetto, a causa de una molestia en el talón y la planta del pie derecho, a raíz de una inflamación en el espolón calcáneo. Y podría reaparecer en la fecha subsiguiente, ante Desamparados de San Juan.

Registro de lesiones. A lo largo de la temporada, Talleres tuvo intensos tratamientos en la enfermería. Hubo dos desgarros, como el del defensor Juan Aballay (en el recto anterior dela pierna derecha, estuvo un mes inactivo) y Emiliano Gianunzio (en el aductor de la pierna izquierda) pero pese a que clínicamente la lesión indicaba que era desgarro, en apenas 15 días mostró una recuperación sorprendente. Miguel Monay, en la Copa Córdoba ante Instituto, tuvo una contractura en el muslo izquierdo, y apenas fue marginado por 10 días. Lo más trascendente había sido el esguince en el dedo pulgar del pie izquierdo del mediocampista Ignacio Anívole, aunque en tres semanas, volvió a las canchas. “Hay hechos fortuitos y otros no tanto” -añadió Audano-. “Seguiremos tomando las precauciones necesarias, en consenso con el doctor Julio Ferreyra, porque en este momento, estamos en alerta. No queremos más imponderables”.