Un año atrás, precisamente el 18 de octubre, Guillermo Cosaro anotó el primer gol en su carrera, ante Racing en el triunfo 3-0 de la 10ª fecha. Ese día, al igual que ayer, la coincidencia es que también se celebró el Día de la Madre. Por eso, ayer cuando anotó el segundo gol de Talleres, se le vino a la cabeza la causalidad y la casualidad de su festejo: “Es algo loco porque la verdad, no pensé que podía darse. Oré mucho para que se me diera y se dio. Y por supuesto va dedicado a Carla, mi mamá y también para Blanca, mi abuela”, confesó Cosaro a LA MAÑANA.

Un año después de aquel grito, el defensor sumó tres goles más: ante Juventud Antoniana, Maipú y el de ayer. Y por eso, recordó además la lesión de ligamentos cruzados que superó en el tramo final de la temporada. “Ahora me estoy afianzando y este presente me da mucha felicidad. Convertir siempre te da confianza, sobre todo porque soy defensor. Estamos muy bien, ilusionados con el momento y por eso vamos ahora por más”.