San Juan – Especial.- Ya le había tocado convertir en la Copa Córdoba, ante Estudiantes de Río Cuarto. Pero ayer tuvo su bautismo oficial en la red con la camiseta de Talleres: Claudio Riaño asoma como una alternativa potable ante ese tándem intocable que edificaron Adrián Aranda y Lisandro Sacripanti. Ya le sacó ventaja a un inamovible de otras épocas como Damián Solferino. Riaño es puro desahogo: “Siento una alegría inmensa. Esta cancha es muy complicada pero el equipo demostró que sale a ganar en todos lados. Nos jugaron a muerte, por eso, el triunfo se disfruta más todavía”, declaró Riaño, confeso hincha de Talleres.

Riaño en su corta carrera anotó cuatro goles (tres en Racing) y ante dos rivales: Desamparados y Juventud Unida de San Luis (dos a cada uno). Ayer dilapidó una chance clara a los 30’ del complemento en un inmejorable mano a mano, pero tuvo su venganza en el epílogo: “Se me había escapado esa chance y estaba con fastidio por eso. Por eso, haber convertido me da un sabor doble, porque tuve mi revancha, y ganó Talleres. Y encima de visitante, con todo lo que significa eso en este torneo”.

Para cerrar, el ex delantero de Racing y Lasallano aportó: “Lo vinimos a buscar desde el primer minuto. No fue fácil, aprovechamos nuestros momentos y de a poco nos prendemos arriba. Espero que con este triunfo podamos afianzarnos más”.