Walter Ribonetto pide tranquilidad a la hora de juzgar el rendimiento de Talleres. “Somos la vidriera del campeonato, todos quieren vestir esta camiseta”, sostuvo el zaguero.

La experiencia que arrastra el defensor de Talleres, Walter Ribonetto, lo hace atractivo para dialogar sobre el presente del equipo. A sus 35 años, arrastra dos títulos (con Lanús y Quilmes) y fue convocado por el albiazul para retornar a la B Nacional. Pero como el arranque del equipo no fue el deseado, lejos de ponerse el cassette, afronta el desafío y pide más mesura en la gente. “Sabemos que no empezamos de la manera que todos quieren. La presión por jugar en este club es mucha y somos conscientes de eso. Pero hay que mantener la calma, si ganamos el domingo, nos vamos a prender. No somos un desastre, ni tampoco el Milan. Hay que aceptar las reglas de juego pero sin perder la cabeza”, expresó Ribonetto a LA MAÑANA.

- ¿Cómo manejan la obligación de remontar cuanto antes?
- Este club es así. Todo se vive con una magnitud impresionante. Es la realidad. Somos la vidriera del campeonato, todos quieren vestir esta camiseta. Todos los equipos nos juegan a muerte, con un plus, porque quieren salvar el año con un triunfo ante nosotros. Bueno, tenemos que saber jugar con ese condimento y ser inteligentes.

- ¿Te sorprenden los cuestionamientos?
- No, los tenemos que tomar con naturalidad, sin que nos afecte. Obvio que todos queremos ya mismo una reacción del equipo, pero de los dos partidos que jugamos, ninguno nos superó. Lo bueno de esto es que el fútbol nos da revancha domingo a domingo, y tenemos ahora la posibilidad de recuperarnos. Vamos a sacar esto adelante con dedicación y trabajo.

- Jugaste muchos años en la Liga de Corral de Bustos. ¿Eso sirvió para amoldarte al Argentino A?
- Sí, son similares en algunos aspectos. Existe mucha fricción, la pelota está más en el aire que en el suelo. Creo que todas las categorías del ascenso se fueron equiparando en lo complicado que es jugar, sin tanto espacio. Talleres tiene material, tenemos que confiar en cada compañero y de esa forma vamos a crecer Los partidos duran 90 minutos, es cuestión de no desesperarnos y querer ganar de entrada con impaciencia.