Luego de una nueva frustración deportiva, el órgano fiduciario y la Fundación Azul y Blanco ya comenzaron a planificar el futuro de la “T”.

En Talleres, el futuro ya empezó. Con la única certeza de que el club jugará por lo menos un año más en el Argentino A, un torneo que consideran deportivamente “impiadoso”, los fiduciarios Daniel Ruffener y Gustavo Eluani comenzarán a elaborar este viernes el borrador de la planificación para la temporada 2010/2011 que le presentarán la próxima semana a Saúl Silvestre, el juez de la quiebra.

Pero antes deberán analizar cómo “pasar el invierno”, ya que la anticipada eliminación de la Fase Eliminatoria del Torneo Clausura representará en lo inmediato una pérdida de 300 mil pesos (lo que se estimaba recaudar el próximo miércoles, ante Desamparados) y, a mediano plazo, un bache de tres meses sin ingresos.

Allegados a la administración fiduciaria advirtieron que se avecina un receso “complicadito”, aunque estimaron que mayo y junio estarían “calzados” con reservas de la quiebra, y que los gastos de julio –con un fuerte recorte por el vencimiento de varios contratos laborales– podrían afrontarse con el dinero que se recaude por abonos y acuerdos publicitarios. La prioridad, en todo caso, será que Talleres no genere nuevas deudas en este parate.

En ámbitos judiciales admiten que la eliminación de Talleres representa un “doble impacto”, por sus consecuencias deportivas y económicas (“jugar en la B Nacional implica una mejora significativa”, sostienen respecto a los valores que se manejan en la divisional superior). Así y todo, aseguran que este nuevo traspié deportivo no altera el humor ni los planes de Silvestre. “Mientras el club funcione, compita y no genere nuevas deudas, el juez está conforme. Él siempre aclara que su función no es ascender a Talleres”, comentaron ayer en los pasillos de Tribunales.

Descartado un nuevo gerenciamiento, y descontando el apoyo logístico y económico de la Fundación Azul y Blanco, el fideicomiso procurará achicar en un 25 ó 30 por ciento el presupuesto mensual, actualmente de 575 mil pesos. “La idea es buscar un equilibrio, armando un equipo competitivo y tratando de generar los recursos para afrontar los gastos de funcionamiento y cumplir con los acreedores”, apuntaron fuentes bien informadas.

En la actualidad, la administración de la “T” negocia un acuerdo extrajudicial con el empresario Jorge Petrone (Talleres le reclama 15 millones de pesos y él pretende pagar no más de 6 millones de pesos), aunque no está totalmente descartada la liquidación parcial de bienes (por caso, el predio) para achicar un pasivo que oscila entre 20 y 22 millones.

Para ayudar a solventar los gastos operativos que demandará la puesta en escena del equipo en el próximo Argentino A, se evalúa crear un fondo de inversión, tal como pretende la Fundación. “Ya le avisé al juez que estamos trabajando en ese tema”, adelantó el ex directivo Ernesto Salum, líder del grupo de apoyo. La propuesta no es mal vista en la Justicia, aunque requeriría de un marco legal que aún no está claro y que tampoco sería fácil de instrumentar.