Transcurrían 22 minutos del primer tiempo cuando el volante de Talleres, Ramiro Pereyra, una de las figuras del torneo, cayó en el área rival y empezó a gritar de dolor. El árbitro Mariano González no sólo que no cobró falta, sino que lo amonestó por simulación. No obstante, como los dolores no cesaban, Pereyra fue trasladado a un nosocomio de Río Cuarto, donde le realizaron placas y le inmovilizaron el hombro. El diagnóstico fue claro: luxación anterior del hombro izquierdo. Pereyra, de esta forma, no podrá estar presente ante Santamarina de Tandil, el domingo y es probable que deba perderse lo que resta del Pentagonal. «Vamos a ver como evoluciona. Dependerá del pronóstico. Mañana (por hoy) seguiremos con los estudios para un mejor informe», comentó el médico del plantel albiazul, Julio Ferreyra. Pereyra, en principio, tendría para 20 días de inactividad, aunque se buscará acelerar su recuperación.