Transcurrían 17 minutos del segundo tiempo cuando Talleres se quedó con un hombre menos, por la expulsión del lateral derecho Guillermo Cosaro, por una situación casi insólita. Cosaro se acercó al banco de suplentes para cambiar de camiseta, a raíz de que un agarrón le rompió parte del cuello de la misma. Una vez con su nueva prenda, reingresó al campo de juego, pero el asistente segundo, Ariel Correa, llamó al juez Miguel Mazzón, informando una presunta irregularidad. Mazzón no dudó: le mostró la segunda tarjeta amarilla (en el primer tiempo había sido amonestado por una falta a Jonathan Artura) y lo mandó a las duchas. Sobre la circunstancia, Cosaro confesó: “No entiendo nada. Yo avisé el cambio de remera, con el juez de línea (Pablo Ocampo) pero el que me denuncia es el del otro lado”.

Asimismo, el instructor de árbitros y veedor de AFA, Aldo Quinteros, justificó la expulsión: “El cambio de indumentaria, en este caso de la camiseta, debe realizarse con la autorización del árbitro, y debe hacerlo fuera del campo de juego. En ese caso, el jugador (Cosaro) cometió las dos irregularidades. Los cambios de indumentaria deben hacerse con el partido detenido, y no en cualquier jugada”.