Talleres perdía en el Chateau 1 a 0 ante Libertad de Sunchales y lo dio vuelta con goles de Solferino y Aranda. Sigue como único puntero.

Talleres pensó un partido en función de la producción de Lisandro Sacripanti y sus desbordes, de Adrián Aranda y su olfato, y del abastecimiento que Ramiro Pereyra podría realizar.

Además de las subidas de Edgardo Galíndez y Juan Galarraga, la propuesta pretendió ser lo suficientemente audaz como para rodear Libertad y hacerlo desistir rápidamente de la idea de arriesgarse a un ida y vuelta.

Pero Talleres chocó con varios problemas. Los primeros se los trajo el rival, los otros fueron propios. Libertad de Sunchales descubrió en el acto las limitaciones del local cada vez que Walter Cuder encaró por la izquierda o cada vez que el flaco-largo Luis Antonelli pivoteaba delante de Lussenhoff, esperando que le pasara el rapidito Víctor Cejas, autor del 1-0 con un tirazo contra el palo, tras un rebote en la ejecución de un tiro libre de Cuder. Los otros dramas fueron de tiempos. Cuando el tridente empezó a funcionar, a Talleres ya le habían mojado la oreja.

¿Cómo salió de ahí? Con el factor gol, como con Racing de Nueva Italia, Sportivo Belgrano de San Francisco y Juventud Antoniana. Aparecieron los goleadores Solferino y Aranda.

Justo cuando ya el nervio había hecho marrar varias situaciones, cuando las dificultades para progresar en la cancha crecían y el rival prometía el segundo al disponer de más espacios. Talleres lo dio vuelta porque tuvo gol, pero también lo ganó porque aprendió de sus errores en pleno juego y porque Rebottaro acertó con los cambios.

Básicamente logró administrar la pelota con criterio, ante la ansiedad contagiosa de la gente que bramaba por la desventaja. Fue más profundo que ancho y buscó el mano a mano con el fondo local. El entrenador Rebottaro le cambió la cara y la cancha a todos: Sebastián Navarro fue a la derecha, Galíndez se corrió al medio para apoyar a Miguel Monay y “Tito” apostó un pleno al tándem Mateo Martinelli-Solferino por la izquierda.

Talleres llamó al gol y lo encontró porque “el Golferino” gravitó con su enganche hacia adentro desde la banda y porque el debutante estuvo incontenible. Después, Pereyra aprovechó una salida a destiempo de Abaddíe y el penal fue transformado por Aranda en el 2-1.

Todo justo después de que el técnico rival Iván Delfino intentó bajarle la cortina al partido cuando sacó a Cuder, hasta ese momento la figura del partido.

Síntesis


Talleres 2: Matías Giordano; Guillermo Cosaro, F. Lussenhoff y Ricardo Marín; Juan C. Galarraga, S. Navarro, M. Monay y E. Galíndez; Ramiro Pereyra; L. Sacripanti y Adrián Aranda. DT: Andrés Rebottaro.

Libertad de Sunchales 1: R. Abadie; Velázquez, Roldán y Olivera; Javier Felipe; V. Cejas, E. Saavedra, Lezcano, Cuder; Aldo Jamud y M. Antonelli. DT: Iván Delfino.

Goles: PT, 14m Cejas (L). ST, 26m Solferino (T) y 29m Aranda (T).
Cambios: PT, 35m Facundo Rodríguez (6) por Saavedra (L). ST, al comenzar, Matías Martinelli (7) por Galarraga (T), 7m Emanuel Torres (5) por Cuder (L), 10m Damián Solferino (8) por Galíndez (T), 19m Esteban Pereyra por Jamud (L) y 27m Agustín Díaz por Sacripanti (T).
Amonestados: Cosaro, Galíndez, Díaz, Pereyra (T); Cejas, Felipe, Abadie y Saavedra (L). Cancha: Estadio Córdoba. Campo: bueno. Árbitro: Facundo Díaz (regular).
Cancha: Estadio Córdoba.
Árbitro: Facundo Díaz