El Matador no jugó bien, como contra Racing, pero con dos cabezazos, volvió a sumar de a tres.

Empezó con las luces prendidas como para iluminar a Las Vegas. Terminó con los apagones ya clásicos, como los que complican a Córdoba. Pero igualmente, sacó un conejo de la galera sobre el final y volvió a ganar. Con dos cabezazos, con dos pelotas paradas bien ejecutadas, Talleres venció a Sportivo Belgrano de San Francisco 2-1 anoche en el Chateau. No jugó bien la T, pero a quién le importa. El inicio del Clausura con dos triunfos al hilo lo invita a soñar. Lussenhoff y Pereyra golpearon para el local. Farías puso el empate transitorio para el Verde.

Buen inicio, buen final. Las diferencias saltaron a la vista demasiado rápido. Sólo cuatro minutos demoró Talleres en demostrar que era más que su rival. El equipo de Tito Rebottaro no dejó que el Verde diga ni ah en el prólogo del partido y, lo que es mejor, generó varias veces el uuhhhhh de sus hinchas con opciones de gol basadas en los ataques por las bandas de Buffarini e Anívole. La primera aproximación seria llegó luego de una pared bárbara construida entre Agustín Díaz y Navarro. Tic del 10 para el 5, tac del 5 para el 10 y remate bajo de este último que neutralizó muy bien el arquero de Sportivo Assef. Pero la jugada no terminó ahí. Buffarini recuperó la bocha después de un mal despeje y tiró un centro que cabeceó Sacripanti que volvió a encontrar bien parado al 1. Aplausos por miles para el intento albiazul. El entusiasmo del hincha se potenció luego con una gran corrida de Sacripanti, quien, luego de limpiar a dos defensores con una gambeta larga, sacó un centro que casi se clava al ángulo. Se veía venir el gol, era así. Y el grito ensordecedor llegó apenas a los 7 minutos con un frentazo fortísimo de Federico Lussenhoff. El Colo mandó a la red un córner enviado por Anívole y le dedicó su obra a la gente.

Igualmente, luego de ese comienzo arrollador, Talleres le cedió metros al rival y sufrió algunos desacoples en una defensa que volvió a hacer agua como en el clásico con Racing. De golpe las diferencias iniciales se esfumaron y Sportivo lastimó con sus delanteros Farías y Biasón. La visita estuvo cerca de empatarlo varias veces y encontró su premio a los 47, cuando, luego de varios remates, Francia le dijo "tomá, hacelo" a Farías y el ex Academia puso el 1-1.

Para colmo, el ST empezó como terminó el primero: parejo. El Matador tuvo el segundo a los 7 con un testazo de Sacripanti, que Assef sacó al córner. Pero, a los 14, Sportivo contestó con una todavía más clarita cuando Giordano le reventó la espalda de un fulbazo a Farías, la bocha rebotó y se fue besando el palo. Ni hablar a los 26 cuando Gigena sacudió el palo desde 30 metros. La sacaba barata la T. Sin embargo, gracias a un cabezazo agónico de Pereyra, salvó la ropa. Ramiro, quien había ingresado por Díaz, la frenteó entrando por el segundo palo y la mandó a guardar, para el triunfo 2-1 y la fiesta albiazul.

La T, de la cabeza en el Chateau.