Talleres dependía de sí mismo para pasar de ronda en el Torneo Argentino A, pero cayó de local ante Juventud Antoniana y quedó eliminado.

Desolador. Ese fue el cuadro que mostró el Estadio Córdoba. Fue frustrante. La gente, desde varios minutos antes de finalizar el cotejo, había empezado a abandonar sus asientos. Todo era pura impotencia. Con viento a favor, y con un panorama alentador en la previa, Talleres se quedó sin nada al caer por 1 a 0 con Juventud Antoniana, y fue testigo de cómo se le escapó de las manos la clasificación a la instancia siguiente del Torneo Argentino A, pasaje que enfiló rumbo a Salta.

Otro sinsabor. Muchos aspectos quedaron en el saldo para el replanteo. Lo peor de todo es que Talleres dependía de sí mismo para avanzar a la siguiente instancia. Incluso el empate favorecía al elenco albiazul. Pero la pobre expresión que presentó el conjunto de Roberto Saporiti dejó en evidencia la falta de convicción y de predicamento en los momentos cruciales.

El cordobés, ex Racing y Belgrano, Héctor Arrigo fue nuevamente el verdugo, tal como ocurrió en la primera rueda. Aprovechó un córner en el primer palo, a los 22 minutos, y su cabeza desvió la pelota hacia la red. La apertura del marcador del “Santo” salteño significó una señal de alerta en barrio Jardín, pero por ese entonces, el horizonte le deparaba augurios de clasificación, mientras recibía una ayuda desde San Juan, ya que Desamparados derrotó a Juventud Unida de San Luis. Y dependía de sí mismo...

Pero llegó el desencanto. A los 10 minutos del complemento, a 150 kilómetros de Córdoba, en Villa María, Central Córdoba de Santiago del Estero se puso en ventaja ante Alumni y expulsaba a Talleres de toda ilusión. Ese encuentro culminó 23 minutos antes que el disputaban cordobeses y salteños en el Chateau. Con el resultado sabido, con la ayuda desde San Juan, Talleres nunca se percató que al mayor auxilio lo necesitaba en el Estadio Córdoba. Nunca tuvo restos anímicos para superar la presión. Dependía de sí mismo. Desordenado, desesperado, sin fútbol, con pocos argumentos, el equipo albiazul apenas llevó peligro al arco visitante. Tuvo tibias ocasiones, pero nunca con la confianza y profundidad suficiente como para llegar a la red. Dependía de sí mismo, solo un gol bastaba para lograr el pasaporte a la ronda siguiente. Juventud Antoniana se refugió en su arco, apostó a la contra y no llegó a liquidarlo por su falta de eficacia. Enfrente, Talleres fue y fue con voluntades, pero que chocaron con la defensa salteña. La gente se había resignado, y el pitazo final del árbitro fue el tiro de gracia. Talleres comienza sus vacaciones, y se olvida del Torneo Apertura. Y eso que dependía de sí mismo...

TALLERES 0 / 1 J.ANTONIANA


Talleres. Matías Giordano;Guillermo Cosaro,Federico Lussenhoff,Edgardo Galíndez;Sebastián Navarro,Cristian Basualdo,Juan Gallarraga,Ignacio Anívole;Agustín Díaz;Damián Solferino,Moreira Aldana. DT: Roberto Saporiti.

Juventud Antoniana. Diego Aguiar;Jorge Peirone,César González,Damián Fernández,Matías Rinaudo;Eric Chmil,Carlos Medina,Raúl Gorostegui,Marcos Navarro;Facundo Ermini,Héctor Arrigo. DT: Gustavo Coleoni.

DATOS

• Goles: PT: 22m. Arrigo (JA).
• Cambios: ST: Al inicio Federico Arce por Galarraga (T); 10m. Ramiro Pereyra por Díaz (T); 25m. Oscar Domínguez por Rinaudo (JA); 32m. Julio Cuello por Arce (T); 36m. Emanuel Loeschbor por Navarro (JA) y 42m. Claudio Acosta por Ermini (JA).
• Amonestados: En Talleres: Lussenhoff y Basualdo. En Juv. Antoniana: Peirone, Fernández, Navarro y Medina.
• Arbitro: Miguel Mazzón (Resistencia).
• Cancha: Estadio Córdoba.
• Público: 23 mil personas.
• Recaudación: 260 mil pesos.