El juez Silvestre dispuso el comienzo de la normalización parcial de la vida institucional de Talleres, que arrancará el próximo 15 de diciembre, con un nuevo empadronamiento de socios mayores de 18 años. El padrón anterior a la declaración de la quiebra quedará sin efecto y podrán inscribirse ex presidentes y dirigentes del club.

Por ser un club quebrado, Talleres no tiene socios ni órganos estatutarios vigentes, por lo que los socios no tienen ante quien peticionar. Ahora, los socios reempadronados podrán elegir la propuesta más conveniente entre las que se presenten, discutirla en asamblea y elevarla al juez, que tendrá la palabra final sobre su aceptación o rechazo.

Se elegirá una comisión directiva normalizadora, integrada por un presidente, que será el hombre de confianza de Silvestre; un vicepresidente, un secretario y un tesorero, entre otros puestos a cubrir. El presidente electo será el interlocutor del juez.

El magistrado dispuso la creación de un Comité de Acreedores, para garantizar la participación de los beneficiarios de la quiebra en el incipiente proceso de normalización.

Silvestre decidió una nueva valuación del predio de las 24 hectáreas y su eventual enajenación, como último recurso si no puede asegurarse la cancelación del pasivo, que el fiduciario Walter Ruffener estimó, con las quitas, en 16,5 millones de pesos. De ejecutarse, se realizará a través de una licitación.