En la sede. Ayer temprano apareció un féretro a escala con leyendas contra Tale y la Fundación Azul y Blanco. Intervino la Brigada de Explosivos.

Antes de que Andrés Fassi anunciara que el Grupo Pachuca de México retiraba la propuesta de administración del club y de que el ex gerenciador Carlos Ahumada pidiera la destitución del juez Carlos Tale, ayer a la mañana en la sede del club apareció un féretro a escala, con inscripciones en contra del propio magistrado, la Fundación Azul y Blanco y de su presidente, Ernesto Salum.

Ante la amenaza de que fuera una bomba, miembros de la Brigada de Explosivos de la Policía cordobesa acudieron al lugar después de que diera aviso el jefe de seguridad del club, el comisario retirado, Víctor Bustos.

Después de tomar las medidas de seguridad correspondientes, el grupo policial se encargó de hacer detonar la caja.

También aparecieron panfletos contra Ahumada, empleados actuales y ya despedidos.

"No tengo miedo. Vamos a seguir ayudando para sacar adelante al club. Mi familia y yo estamos bien. No hay problemas", dijo el ex directivo albiazul.

Ignacio Rinaldini y Fernando Wiggenhauser, voceros de la Fundación, repudiaron totalmente este tipo de hechos, aunque no pudieron establecer quiénes fueron los responsables. "Son hechos intimidatorios y cobardes", señaló Rinaldini.