Festejo en el Chateau. Talleres celebró los 10 años de la obtención de la Copa Conmebol ’99.

“¡Volveremos, volveremos...!”, cantaron esos seis mil hinchas que ayer olvidaron por un rato tantas penurias acumuladas y reivindicaron su identidad tallerista viendo en acción a los campeones de la Copa Conmebol ‘99.

El fútbol “retro”, cuya puesta en escena coincidió con el 96º aniversario de la “T”, llenó el Estadio Córdoba de nostalgia. De un lado, Maidana, Humoller, Astudillo, Oliva, Albornos y otras figuras de aquel equipo que el 8 de diciembre de 1999 le ganó la final a Sportivo Alagoano, equipo que (al igual que Talleres) hoy milita en la tercera división de su país, en este caso Brasil. Por el otro, el Vélez multicampeón del ‘94, con el cordobés Víctor Hugo Sotomayor en sus filas y un “Turco” Asad cuya silueta nada tiene que envidiarle al “Ogro” Fabbiani y que se ganó la simpatía de propios y extraños.

En los bancos, dos tipos que se ganaron su lugar en las marquesinas de barrio Jardín y de Liniers: Ricardo Gareca (lejos, el más aplaudido) y Daniel Willington. Y como estrella invitada, la Copa. El trofeo que reapareció en público después de una década, y que llegó a tener una prolongada estadía en la caja de seguridad de un banco, para evitar que sea embargado por alguno de los tantos acreedores en la época previa a la quiebra.

El feriado y un pronóstico del tiempo favorable hacían presagiar una asistencia mayor, pero el microclima de Talleres, enrarecido tras los incidentes del domingo en San Luis, seguramente hizo su parte. Al final, la barrabrava brilló por su ausencia y todos celebraron en paz.