Sportivo Belgrano le propinó otro golpe a Talleres y le ganó 1-0.

San Francisco. La principal lectura que dejó la derrota de Talleres ayer en San Francisco ante Sportivo Belgrano, por 1 a 0, es que por primera vez la “T” tomó contacto con lo que será su realidad en unos pocos días más: el Torneo Argentino A.

“Nos costó mucho todo. La infraestructura, la cancha, el arbitraje... todo es distinto y se notó. Pero particularmente destaco lo del arbitraje, porque nos cobró todo en contra”, decía Cristian Basualdo al final del juego, mientras el gerenciador Carlos Ahumada, ubicado en la tribuna popular junto a la hinchada, prometía que el jueves (Luis) “Salmerón será jugador de Talleres”.

El equipo albiazul debió aclimatarse a un rival con más rodaje en los Torneos Argentinos y a un escenario como el del verde de barrio Alberione que tiene todas las características de esa divisional: una cancha chica con un campo de juego deficitario, hinchada local presionante y hostigadora y, un dato que no es menor, arbitrajes de dudosa calidad como el que le tocó ayer.

El partido. En el primer tiempo Sportivo tomó la iniciativa y, merced a un circuito de juego más aceitado en el medio campo y una zaga central firme, en la que Sosa descolló, estableció un marcado dominio sobre el equipo de Roberto Saporiti.

Esa supremacía no se marcó tanto en la generación de situaciones de gol, sino en el dominio de la pelota, que siempre le correspondió al equipo de Domizi. La más clara de Sportivo fue a los 22 minutos, cuando Lucas Farías quedó cara a cara con el arquero Requena, lo sorteó y su remate fue salvado sobre la línea por Ciucci. En ese segmento de juego, Talleres mostró la sana intención de lucir ordenado en todos sus sectores, pero con escasa generación de juego y casi nula llegada al arco rival.

Apenas arrancó el complemento, Sportivo madrugó a su rival. Una jugada con pelota parada –un tiro libre de Francia que Sosa cabeceó y la ubicó al palo derecho de Requena– lo puso en ventaja. El panorama cambió para el albiazul con los ingresos de Julio Cuello y de Mauro Baigorria, que le dieron otra dinámica al fútbol de Talleres de tres cuartos de cancha en adelante. Además, la inclusión de Céliz por Aballay, le dio mayor firmeza defensiva.

La visita pudo empatar porque logró equilibrar el juego y generar un par de situaciones de peligro, como a los 17 minutos, cuando Cuello habilitó a Arce, quien solo frente al arquero, la tiró por arriba del travesaño. Otra, a los 25, en los pies de Palacio, que le pegó afuera con el arquero vencido. Al final, la victoria se quedó en el Este.

En el último, también ganó Sportivo

Amistoso. El 3 de octubre de 1979, Talleres fue el gran invitado al festejo del ascenso de Sportivo Belgrano a la A de la Liga Cordobesa. Aquel día, en San Francisco, los verdes se dieron el gran gusto al vencer 3-1 a la “T”, que al igual que ayer también era dirigida por Roberto Saporiti, aunque con figuras de primer nivel.

Sportivo: Espósito; Pecorini (Demichelis), De Santis, Mancuello y Pepellín; Garay, Zenarola y Bon; Carreras, Espíndola y Chaves. DT: Humberto Taborda. Talleres: Quiroga (Caffaro); Oviedo, Galván, Binello y Ocaño; Luis Ludueña (Oses), Berta (Pavón) y Roberto Gasparini; Bocanelli, Bravo y Guerini. DT: Roberto Saporiti.

Goles: 37m y 48m Espíndola (SB); 59m Gasparini (T); 68m Garay (SB).